La nueva entrega de Masterchef tuvo una prueba eliminatoria con más tintes de reality que de talent: revelando las críticas de unos concursantes a otros y elevando el nivel de enfrentamiento entre ellos.
Además, Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo se mostraron mucho más duros que en programas anteriores asegurando que algunos aspirantes les “aburrían soberanamente”, les faltaba “tanta sal como a su plato” y que eran una “farsa”.
Para la respesca regresaron a las cocinas Osiris, Alicia, Laly, Jeancha, Sara y Carmen, y fue esta última la que logró volver a ser concursante de pleno derecho. Gloria y Marcos se descolgaron el delantal y dan por terminada su participación.
Aleix brilla en la primera prueba
Para la primera prueba, cada aspirante robó 12 ingredientes de la cesta de un solo compañero o de varios para cocinar con ellos.
Los jueces querían que sus aspirantes fueran capaces de demostrar que con pocas cosas se pueden hacer grandes platos.
Pero solo fue uno el que logró tal reto: Aleix.
Exteriores sin postre, con castigo y regreso de Carmen
Para la prueba de exteriores el equipo viajó a Pedraza (Segovia) donde los aspirantes realizaron por equipos dos menús de boda diseñados por Samantha.
Entre los 18 comensales, estuvieron Marta Verona (ganadora de 'MasterChef 6') y sus compañeros Sofía y Víctor; Bibiana Fernández y Pepón Nieto, ('MasterChef Celebrity 2'), además de sus familiares y amigos íntimos.
Pero para tal cocinado, los aspirantes contaron con un tercer equipo: el de los exconcursantes que se jugaban la repesca.
Ni un solo equipo consigue realizar el postre
Tras el tiempo estipulado, los jueces se mostraron “decepcionados” con todos: porque no salió ninguno de los postres. Era la “crónica de una muerte anunciada”, señalaba Cruz, por el “pasotismo que mostráis y os ha hecho explotar”.
Como ninguno de los dos equipos de aspirantes presentó la ración de dulces, los jueces decidieron que todos fueran a eliminación.
Mientras que de los expulsados, consensuaron que fuera Carmen la que regresara como concursante de pleno derecho.
Carmen, la repescada de la séptima edición de MasterChef
Prueba eliminación con el adiós de Marcos y Gloria
En la prueba de expulsión, cocinaron un plato libre en 60 minutos con 10 ingredientes. Cada delantal negro hizo la compra a uno de sus compañeros pero la elección de estos se hizo de una forma inédita: desvelando qué concursante había criticado a otro y dejándoles escuchar grabaciones con la voz de cada uno.
Unas palabras que algunos se tomaron a risa y hasta como crítica constructiva pero otros las sintieron como puñaladas y crisparon los nervios y la tensión del ambiente.
Los aspirantes intercambian mensajes
Tras este momento “reality”, cada uno hizo la compra para su “enemigo” y con ella se pusieron manos en la masa.
El resultado encumbró al “trío” formado por Aleix, Teresa y Valentin de los que aseguraron que eran los más “fuertes porque se crecen con los retos y tienen devoción por su trabajo”. Al resto de compañeros les situaron por “debajo de ellos” y recibieron críticas mucho más duras.
Sobre todo Gloria, de la que aseguraron no ver evolución y no estar al nivel de lo exigido. Al plato de Carlos plato lo definieron como “una farsa perfecta”. A Samira la compararon con su cocinado: “Le falta sal como a ti”. Y Carlos acabó llorando tras escuchar a Jordi decir que les “aburre soberanamente”.
Doble eliminación de Gloria y Marcos
Por lo que, tras la deliberación: “El aspirante que no continúa en las cocinas de Masterchef son Marcos y Gloria”. Una doble expulsión que pilló por sorpresa a muchos que se derrumbaron por ver marchar a dos de los compañeros que más cariño habían transmitido.