La tercera edición de MasterChef Celebrity acaba de comenzar. El talent de La 1 cosechó su mejor estreno el pasado domingo, con un 24.7% de cuota de pantalla. Ahora, los famosos se enfrentan a una nueva entrega esta noche en la que que deberán demostrar sus dotes culinarias.
Unas habilidades que parecen brillar con fuerza en Santiago Segura, a quienes los jueces consideran “un friki gastronómico”: “Es una etiqueta preciosa, pero de alguna forma yo creo que sí puedo ser considerado un 'friki gastronómico'; me gusta mucho la alta cocina, es una cosa que me fascina”, asegura en una charla con Vertele.
Sin perder su buen humor, el cineasta reconoce no ser “un tipo competitivo”: “Me da igual ganar yo a que pierdan los demás”, bromea antes de afirmar que MasterChef “era un formato al que yo le tenía ganas”. Sin embargo, confiesa que cuando le llamaron para participar se enteró de que tenía que pasar un casting de preselección: “Era un regalo envenenado” que superó, eso sí, preparando una tortilla de patata.
Sobre su preparación para el concurso, a Segura se le ocurrió coger “el MasterChef online, mirar algunos libros de cocina que tengo” para sentar las bases de cara a su entrada al programa. No obstante, luego se enteró de que sus competidores estaban preparándose en restaurantes, cocinando: “Yo soy un teórico”, se excusó entonces, pero al final acabó acudiendo tres días al restaurante de Paco Roncero: “Allí vi que leer es aprender, pero hacer es comprender”.
“Jordi es un poquito seco, cortante... pero al final me caen bien”, ha expresado sobre los jueces del espacio, destacando que “un juez justo es algo que es muy bonito de ver”. Asimismo, ha confesado que “he estado en otros programas donde el jurado era un poco seres a los que yo no respetaba con la intensidad que se debería, entonces su valoración me ha pasado un poco por el arco trajano”.
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María Castro: “Hasta el final no se sabe qué va a pasar”
La actriz María Castro también acompañará al creador de Torrente en su lucha contra los fogones ya que, asegura, “me encanta la cocina”. Sin embargo, este no ha sido su único motivo para querer formar parte del casting de MasterChef: “También para conocer situaciones de bastante estrés. Silvia Abril me comentaba el año pasado que es un programa que te enseña no solo a cocinar, sino a saber cómo tu cuerpo gestiona los niveles de ansiedad al no saber en un medio que al fin y al cabo no es el mío”.
El plato de Castro durante la preselección fue, aparentemente, bastante más elaborado que el de Segura: “Un dúo de vieiras, una tradicional y otra una especie de crema de calabacín con queso azul y una vieira marcada que me quedó muy rico”, sostiene.
En cuanto al casting, la intérprete reconoce que “nunca habíamos coincidido todos juntos en una misma piñata y el cóctel es muy explosivo; muchos momentos de risa, también hay enfados... yo me abstengo porque no es mi carácter muy de enfadarse, pero es verdad que ha habido también choques”.
Finalmente, Castro asegura que “hasta el final no se sabe qué va a pasar, es un poco como un guion de televisión donde uno no sabe quién es el malo y el bueno. Está todo muy enrevesado hasta el final”.
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