Máximo Huerta volvió este viernes a Telecinco, la cadena de televisión en la que trabajó hasta 2015. El periodista se reencontró con Jorge Javier Vázquez en el plató del Deluxe, al que acudió para contar lo mucho que ha cambiado su vida en los últimos tiempos. Aunque sigue trabajando bajo los focos –va a estrenar La vida al Màxim en la cadena valenciana À Punt–, ahora dedica la mayor parte de su tiempo a cuidar de su madre y a la librería que ha abierto en Buñol.
Pero también hubo ocasión de echar la vista atrás para rememorar cómo fue su salida de Telecinco, donde fue compañero de Ana Rosa Quintana después de presentar los informativos.
“¿Eres el hombre que querías ser?”, le preguntó Jorge Javier. Su invitado no se anduvo por las ramas: “Sí, ahora sí. Yo no era el que quería ser en los primeros años de Ana Rosa. Me sentía ridículo, desubicado. Yo trabajaba con gente que ya había trabajado. Me veía torpe vestido, ridículo peinado... No estaba a gusto con lo que yo quería transmitir”, confesó el escritor y exministro de Cultura del Gobierno de Pedro Sánchez.
Huerta fue más allá al afirmar que tendría que haber dejado antes El programa de AR. “A mí me pasó como a algunos futbolistas: me fui tres años tarde del club. Los últimos años que estuvo Andrea Olivas dirigiendo, yo debería de haberme ido ya. Tienes que estar al 100% por la audiencia y por quién te paga, y los dos últimos años estuve como gallina sin nidal, con la mente en otro lugar y por respeto a la cadena, a la productora y a la gente que te ve, pensé que me tenía que ir”, explicó a los tertulianos del Deluxe, que le escuchaban sorprendidos.
El periodista sintió “miedo” al comunicarles la decisión a sus jefes del magacín matinal de Telecinco. La llamada de teléfono “fue dificilísima”. Prefirió hablar primero con Juanra, director del programa, porque le daba “miedo” llamar a Ana Rosa. Sentía “respeto y miedo” por la reacción de la presentadora, por las dudas que le pudiera provocar su renuncia.
Pero al final tuvo que hablar con ella. “Fue una llamada muy quirúrgica con Ana. Fue limpia, sin romances, no hubo un 'quédate o vamos a hablar'. Entendió lo que yo quería”, explicó el entrevistado, que mantiene cierta relación con su 'jefa': “Por mensaje siempre hablamos, he estado al corriente de todo”.