Aunque desde hace meses se sabía que Mediaset iba a iniciar una etapa de muchos cambios, las novedades que se van conociendo sobre el nuevo rumbo que quiere tomar la empresa están dando mucho que hablar, y también planteando dudas entre los espectadores.
A la crisis de audiencias que atraviesa el grupo se le ha sumado la salida de Paolo Vasile tras 23 años al frente, que ha sido sustituido por Alessandro Salem como nuevo CEO de Mediaset, y que conforma junto a Massimo Musolino (responsable de las áreas de Gestión y Operaciones) el trío de directivos que ahora ha cogido las riendas de la empresa, encabezado por Borja Prado como presidente con más atribuciones (como por ejemplo, intervenir en la línea editorial de los programas informativos).
A nivel empresarial y ejecutivo, los cambios ya se han ejemplificado en varias salidas de directivos y en fichajes para reemplazarlos, con la misión de iniciar una renovación de imagen de la cadena. A nivel de contenidos, lo que a la postre más preocupa a sus seguidores, dos noticias recientes se sitúan a la cabeza de esas nuevas intenciones: la reducción de atención a muchos de sus protagonistas más típicos, y la prohibición de hablar de política en sus programas de entretenimiento.
¿La puntilla para un 'Sálvame' al que ya miraban de reojo?
No es un secreto que el programa más afectado por estas nuevas directrices será Sálvame. El magacín de tarde producido por La Fábrica de la Tele, que desde su estreno en el 2009 ha regalado el liderazgo vespertino a Telecinco, hace ya tiempo que atraviesa también su peor momento en audiencias, y como siempre sigue siendo criticado por muchos de sus contenidos. Tanto es así que ha visto cómo su duración se ha reducido en dos horas para hacer hueco a dos concursos como 25 Palabras y Reacción en cadena, que pese a sus resultados parecen contar con la confianza de la nueva directiva, como prueba que el de Christian Gálvez ya ha sido renovado.
Al mismo tiempo, y como cada año, Sálvame fue renovado para este 2023 junto a los otros cuatro grandes programas diarios de Telecinco. Algo que venía a garantizar su futuro inmediato... aunque tendrá que reinventarse para cumplir las nuevas normas de la empresa, que no afectan por igual a los otros magacines de la cadena.
En primer lugar, porque ese “veto” a personajes como Rocío Carrasco, Antonio David Flores, Fidel Albiac, Rocío Flores, Kiko Rivera, Olga Moreno, Marta Riesco, Gloria Camila, José Fernando, José Ortega Cano, Rosa Benito, Rosario Mohedano y Bárbara Rey; que fuentes de Mediaset reducen a prestar menos atención asegurando que si son actualidad por supuesto que se hablará de ellos, supone eliminar de un plumazo muchas -muchísimas- de las tramas y horas de Sálvame. También son protagonistas en El programa de AR, o en Ya es mediodía, sí, pero para ningún programa tienen tanta vital importancia como para el magacín de tarde.
En esta primera semana en la que ya se ha implementado esa decisión, Sálvame ha tenido que tirar de los habituales conflictos de sus colaboradores (sobre todo de las Campos, pero también de Belén Esteban contra Alicia Senovilla), y la búsqueda de temas le ha llevado a rescatar un affaire de hace 40 años entre Maradona y Ana Obregón, o a hablar de cómo murió Gina Lollobrigida con Javier Rigau, además de temas más de actualidad como del “renacer” de 'El Cordobés' padre e hijo, o la preparación de Supervivientes 2023.
En segundo lugar, y esto es perfectamente comprensible desde el punto de vista empresarial, la orden que Alessandro Salem remitió a las productoras también prohíbe que presentadores y colaboradores puedan “atacar o criticar a ningún otro programa de la compañía o a sus presentadores y colaboradores”. Puede resultar de cajón que en una empresa todos deban remar en la misma dirección, pero lo cierto es que esa orden viene a poner fin a la “guerra de productoras” que el propio grupo había alimentado entre Unicorn Content y La Fábrica de la Tele, de la que había sacado réditos de audiencias. Aunque comprensible y lógica a nivel empresarial, esta decisión afecta especialmente a Sálvame porque, con Jorge Javier Vázquez al frente, no había dudado en ser el más beligerante contra El programa de AR, Ya es mediodía, y algunos de sus colaboradores. Otra 'trama' menos que puede explotar.
Yendo más allá en el análisis, el foco en Sálvame parece claro en la prohibición de salir del plató de los presentadores y colaboradores. Algo que Mediaset intentó usar como excusa para despedir a Paz Padilla, y que en realidad el programa había convertido en un recurso habitual para generar tensión en sus directos, pese a la mala imagen que daba a su público. Esta misma semana, sus protagonistas ya han ironizado sobre ello, cuando Belén Esteban ha preguntado si podía irse y sus compañeros le han gritado que no puede ausentarse ni tan siquiera para ir al baño, ofreciéndole un orinal.
También parece claro que la ampliación y endurecimiento del código ético de Mediaset para establecer que no se podrán revelar datos personales de terceros “que no sean notoriamente públicos” está pensada especialmente en Sálvame por la Operación Luna/Deluxe. Aunque en realidad sólo viene a repetir lo que marca la ley, el caso protagonizado por La Fábrica de la Tele y Gustavo González sigue abierto, y su resolución puede marcar el futuro del programa.
Se acabó el hablar de política
Más dirigida es la prohibición de hablar de política en programas de entretenimiento. La ampliación del código ético de la cadena establece que los presentadores y colaboradores “deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa”. Sin embargo, hace una excepción para los programas que tienen una sección política como El programa de AR, que pensando en Cuatro también podrá aplicarse a Todo Es Mentira y Cuatro al Día. Pero no para Sálvame.
El programa que presenta Jorge Javier Vázquez no suele convertir la política en su tema central, pero hasta ahora lo tenía como una más de sus posibles tramas. Esa libertad para tratarla y hablar de ella le permitió dar momentos tan recordados como el “este programa es de rojos y maricones” de su presentador, enfrentamientos como el de Jorge Javier con Belén Esteban, o con Antonio Montero. Sálvame, al considerarse programa de entretenimiento y no tener mesa de política, no podrá volver a hablar de esos temas. Lo que supone que Jorge Javier Vázquez ya no tendrá permitido volver a criticar a Ayuso, o al PP, ni a ironizar contra Vox, en directo.
La orden ya está siendo cumplida. Este martes, Pipi Estrada hizo un comentario criticando a Laura Fa por ser independentista, que fue cortado rápidamente por la presentadora María Patiño al grito de “¡Política no!”. Este miércoles, en el regreso de Jorge Javier Vázquez, el programa tuvo que hacer equilibrios para no meterse en política mientras entrevistaba a Alejandro Nieto por sus críticas a Hacienda y el porcentaje del premio de Supervivientes que “se lleva”, y tanto el presentador como el director tuvieron que cortar a Belén Esteban cuando ésta se vino arriba y se quejó de las esperas en la sanidad pública. “Yo siempre he sido libre para decir lo que he querido”, lamentó al final la colaboradora, aunque igualmente tuvo que callarse.
Jorge Javier inicia podcast para “hablar de lo que me dé la gana”
Ante todos estos cambios, limitaciones y “señalamientos” aparentes a Sálvame, muchos ojos se han puesto en Jorge Javier Vázquez. Lo cierto es que el presentador, que ha regresado al programa este miércoles cumpliendo y haciendo cumplir las nuevas normas, renovó en septiembre su contrato de larga duración con el grupo, y vuelve a estar al frente del buque insignia de la cadena, Supervivientes 2023.
Sí ha llamado la atención que haya anunciado un nuevo podcast, que estrena este jueves 23 de febrero y que al no ser de Mtmad no ha podido promocionar en Sálvame, que está promocionando de una manera que a algunos ha sonado a mensaje a Mediaset: “Un podcast para hablar de lo que me dé la gana con quien me dé la gana”. Lo cierto es que es un proyecto iniciado previamente a esas directrices, y que le sirve para estar con amigos con los que podrá tratar temas con libertad sin la presión televisiva que siempre supone Telecinco.