Dos semanas, dos fichajes, una única procedencia. Mediaset afronta en estos primeros tres meses del año una de las mayores crisis que se recuerdan en su historia, sin lograr tomarle la medida a Atresmedia a la espera de la vuelta de Supervivientes. La necesidad de un revulsivo se hacía evidente, y de cara a futuro parece haberse producido a través de dos incorporaciones sorpresivas y casi consecutivas, las del periodista Diego Losada (el 9 de marzo) y el presentador Ion Aramendi (el 18 de marzo), ambos ya con encargos asignados: uno asumirá un nuevo programa de actualidad diaria, En boca de todos, para Cuatro; el otro tomará las riendas de Conexión Honduras, el debate semanal de Supervivientes en su nueva edición.
Se trata dos profesionales muy diferentes pero que compartían hasta ahora cadena y, con ello, imagen, en RTVE. Una RTVE que también atraviesa una marejada de audiencias desde hace más de un año, anclada en cifras por debajo del 9% de cuota media, y esperando aún algún revulsivo que la reimpulse como tercera cadena generalista de nuestro país, sin que llegue todavía. No hay más que ver el cómputo de marzo: a poco más de una semana de que acabe el mes, La 1 promedia un 8.4%, idéntica cifra a la obtenido el mes previo, que ya supuso su peor febrero de la historia.
La dupla de fichajes de Telecinco puede leerse por una parte como un paso más en la estrategia de renovación de la imagen de la cadena, tras años de cierta invariabilidad en sus caras, y ante el bache que atraviesa en lo que va de curso. Por otro lado, los dos fichajes suponen una declaración de intenciones: aprovechar dos de los talentos emergentes de la cadena pública, que hubieran estado destinados a ser cruciales en el futuro a corto plazo de ésta.
Losada, la promesa de los informativos de TVE
Al fin y al cabo, Losada había sido la apuesta más prometedora para los servicios informativos de la Corporación, siguiendo los pasos del ya consolidado Carlos Franganillo. El periodista debutaba en septiembre como presentador del Telediario Fin de Semana, haciendo tándem con Lara Síscar y después de meses en los que había asumido diferentes retos tanto en RTVE como en el Canal 24 Horas, donde también recibió elogios en sus eventuales sustituciones de Xabier Fortes.
Precisamente su trabajo había llegado a ser aplaudido desde Telecinco por el mismísimo Jorge Javier Vázquez, que calificaba de “brutal” el trabajo desempeñado el coruñés en el canal todo noticias.
Como presentador, la juventud de Losada permitía a La 1 apelar a nuevas generaciones, con una forma de comunicar más natural. Algo que había defendido antes de debutar en los fines de semana: “Los chavales están viendo en Twitch a personas que les hablan a los ojos y casi sin maquillaje ni grandes aspavientos, como a veces pecamos en televisión. Las formas de comunicar en las redes sociales nos están dando pistas de que la era de lo artificial ha terminado. A todos los que salgamos en la tele nos tienen que ver como a personas normales que también les hablan de tú a tú, sin engolar, sin impostar”.
Esas son bases que pretenden explotarse con En boca de todos, un espacio que se arraigará próximamente en la parrilla diaria de Cuatro, aún sin claro encaje (aunque puede pensarse en la franja de sobremesa como una posibilidad, recuperando el espíritu de lo que fue Las mañanas de Cuatro en su día). A falta de más detalles, este formato de Mandarina apuesta por “una visión clara y concreta de cada uno de los temas que dominan” la actualidad, una pretensión compartida, al menos en la teoría, con otro formato de La 1, Las claves del siglo XXI, con Javier Ruiz, quien llegó a TVE esta temporada tras una larga vinculación a Mediaset.
Aramendi, un comodín de entretenimiento
Ese cambio ahora se trunca para TVE en su faceta informativa, como ocurre también con el entretenimiento en el caso de Ion Aramendi. El donostiarra había necesitado apenas dos años para convertirse en imprescindible en el entretenimiento de la cadena. Además de El cazador, que se encuentra en su mejor momento en audiencia, y de su spin-off nocturno, La noche de los cazadores, ha liderado una amplia variedad de propuestas, como los especiales Todos en casa, del talent show The Dancer y del magacín matinal Mejor Contigo.
No en vano, esta polivalencia llevaba a pensar en él como el principal sustituto que había encontrado La 1 para Roberto Leal tras su marcha en 2020, cuando saltó a Antena 3. Una responsabilidad sobre la que aseguraba no pensar. “No tengo presión porque no me siento responsable de dónde estoy”, nos decía hace pocas semanas, poniendo en valor la trayectoria previa, que precisamente se había iniciado en Telecinco como reportero de Sálvame, antes de dar el salto a presentador en EiTB: “Me hace sentir agradecido, afortunado y orgulloso, pero no soy consciente de dónde estoy ni de lo importante que pueda ser para la casa”, reconocía.
Mientras El cazador, como decimos, está plenamente consolidado, su otro formato paralelo para el mediodía, Mejor contigo, había supuesto en cierta medida un parón en ese crecimiento. El programa, que tuvo la difícil tarea de ocupar una franja en la que TVE lleva estancada varias temporadas, no cumplió expectativas pese a los numerosos cambios de tono y contenidos que se pusieron en práctica. Además, suponía para el vasco aplacar su vertiente como showman en favor de un perfil más sereno e informativo.
En Telecinco, la cadena en la que se dio a conocer, tiene la posibilidad de sumarse a su buque insignia Supervivientes, lo que asegura ya una proyección y visibilidad mayor a la que pudiera aspirar en TVE, guste o no. Y hacerlo dentro del género del entretenimiento, en igualdad de condiciones a otros presentadores clave de la cadena privada como Jorge Javier Vázquez, Carlos Sobera y Lara Álvarez. Llega, además, en un momento en el que Mediaset ha probado a modificar sus planteles de caras para sus grandes programas. En las mismas fechas que se conocía la adición de Aramendi, Telecinco también anunciaba la reformulación de Volverte a ver, ahora con Toñi Moreno al frente.
Una estrategia ya probada por Mediaset
Estos movimientos resultan sorprendentes para quienes hubieran asociado a ambos presentadores a la filosofía de la televisión pública. En cuanto a su cambio de rumbo profesional, el propio Aramendi ha asumido “que no todo el mundo lo entienda”. No obstante, la táctica no solo es lógica para los recién contratados, que acuden a una compañía con mucho músculo y visibilidad, sino por parte de los contratantes, que han destacado por su ojo a la hora de pescar a profesionales que despuntaban en otras cadenas en el pasado.
En épocas diferentes, Sara Carbonero y Lara Álvarez fueron “drafteadas” por el grupo cuando más empezaban a destacar. La primera llegó en 2009, después de destacar en laSexta Deportes, para integrar la nueva etapa de la información deportiva de Telecinco, con el Mundial de Sudáfrica 2010 en el horizonte. La segunda siguió un camino similar en 2011, también saliendo de la redacción polideportiva de laSexta en el momento en que su popularidad comenzaba a crecer para acabar sumándose a la cobertura de Moto GP, y aunque en 2013 abandonó el grupo para pasar de nuevo a Atresmedia, emprendió el definitivo camino de vuelta un año después.
Tampoco es la primera vez que TVE es visto como un escaparate para Telecinco: no hay que olvidar que Mediaset se hizo en 2012 con los servicios de José Mota, que tras dos décadas de ligadura estrecha con la pública optaba por marcharse ante los drásticos recortes presupuestarios planteados para ese año, que dejó muy tocada a la Corporación. En aquel momento, La hora de José Mota era uno de los baluartes de la programación de La 1, con una audiencia media de más de 3,5 millones de espectadores y un 18,6% de share, aunque también era uno de los más caros con los que contaba.
Aunque la andadura del manchego terminó de forma agridulce, sin haber igualado el éxito cosechado en La 1, lo cierto es que marcaba el modus operandi de Mediaset a la hora de cazar talento: aprovechando las oportunidades de negocio y su mayor potencia económica, para ofrecer lo que un canal público no puede dar a ningún nivel. Más aún si se encuentra tan revuelto como ahora TVE. Nada tan sencillo como la lógica del mercado.