Miguel Ángel Silvestre fue uno de los entrevistados de El Hormiguero en su nueva entrega.
El actor aparecía en el programa a través de una videollamada que hacía desde su casa, donde explicó estar confinado junto a su madre: “Confirmo que mi madre me cae muy bien”, dijo con alegría.
Explicó que no vivía con ella desde los 13 años cuando se independizó y que estar ahora con su compañía era uno de los mayores aciertos porque “tiene una risa maravillosa, contagiosa”, confesó.
Añadió que con ella es muy divertido ver series como La casa de papel: “Es una serie que les ha salido bordada a todos y mi madre llora de la risa, es una gozada verla así”.
“¿Por qué nosotros mismos nos estamos haciendo tanto daño?”
Pero además de ver series también dijo que dedica seis o siete horas al día a estudiar matemáticas: “Es algo que siempre quise haber estudiado. Se dice que es el idioma de la naturaleza. Muchos animales, plantas, estrellas de mar, incluso nosotros estamos hechos de una fórmula llamada el equilibrio divino”, argumentó.
“La avaricia es lo que nos hace romper esta fórmula. Me dijeron que en el 2042 no van a haber peces comestibles en el mar y me quedé asombrado. Lo único para entender esta avaricia era a través de las matemáticas avanzadas. Y encima se me dan bien así que me he venido arriba”.
En ese momento, Pablo Motos le preguntó por qué creía que había ocurrido para provocar la pandemia: “Desde el 2000 ya van cuatro virus diferentes” y añadió, “sí que creo que tenemos dos realidades: la que estamos viviendo en nuestra casa y la de que hay algo que no estamos haciendo bien”.
Como ejemplo dijo que con este parón “del 65% al 80% se ha limpiado en España, y hay medio millón de personas que mueren prematuramente por la contaminación”, algo que te lleva a pensar en “¿por qué nosotros mismos nos estamos haciendo tanto daño? La vida nos ha dado una fotografía de cómo es el planeta si no lo explotas”, concluyó.