Netflix va perfilando el retrato robot de la segunda temporada de Mindhunter. La ficción se traslada a Atlanta y cierra a su plantel de directores para la nueva tanda.
David Fincher volverá a colocarse detrás de las cámaras, aunque en esta ocasión estará acompañado por Andrew Dominik, responsable de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford y Mátalos suavemente; y Carl Franklin, director de El diablo viste de azul y Un paso en falso, recoge The Playlist. Estos dos reemplazarán a los otros tres realizadores que asumieron la tarea en la primera temporada, Asif Kapadia, Tobias Lindholm, Andrew Douglas.
Como ya hiciera en la anterior temporada, el firmante de títulos como La red social se encargará de todos los reshoots que sean necesario en estas nuevas entregas.
Fincher se encuentra ahora en Pittsburgh en plena preproducción de la ficción. La serie le mantendrá ocupado hasta finales de año; se espera que encadene la grabación de sus episodios con los preparativos de Guerra Mundial Z 2, para la que fue reclutado por Brad Pitt. El director aceptó el reto, si bien aún no han dado con el guion definitivo que los satisfaga tanto a él como a la estrella; de ahí que pueda dedicarse a la serie durante lo que resta de 2018.
Los infanticidios en Atlanta de finales de los 70, eje narrativo
En cuanto a la trama en sí, Mindhunter se trasladará a Atlanta (Georgia) y se inspirará en la figura de Wayne Williams, un asesino en serie afroamericano que fue sentenciado a cadena perpetua por matar a dos hombres. Tras ser condenado, la Policía de Atlanta le señaló como el ejecutor de los asesinatos de más de una veintena de niños que tuvo lugar en la ciudad entre 1979 y 1981, cargos por los que no llegaría a ser juzgado y que él siempre ha negado.
Se desconoce hasta qué punto se adaptará el caso real. Lo que sí es segura es la vuelta de los tres actores principales, Jonathan Groff, Holt McCallany y Anna Torv. La serie regresa previsiblemente en 2019.