Así fue el debut en Cuatro

'Mónica y el sexo', la Mónica Naranjo más auténtica y liberal en TV: “No eché los trastos a Ana Milán porque tenía novio”

Redacción

Mónica Naranjo volvió este viernes a la televisión con el estreno de Mónica y el sexo, una docuserie en la que la temática es el perfecto hilo conductor para conocer una faceta de la artista más auténtica y liberal de lo que podíamos esperar en un programa de televisión. La cantante se quita todas las máscaras y capas posibles para mostrarse natural, y sin tapujos, en un formato que cautivó a aquellos que se asomaron a su primera emisión en Cuatro.

“Me acabo de separar. Esto es algo que le puede pasar a cualquiera, pero me ha pasado a mí y es una putada. Tengo 44 años y aquí estoy, sola en una casa inmensa. ¿Y cómo se queda una persona tras una separación? Pues hecha mierda. Triste, vacía y sin libido. He dedicado la mitad de mi vida a dejarme la piel en los escenarios, y la otra mitad a crear una familia y una vida que nunca he querido compartir con nadie. He sido todo, y nada, y por eso hoy más que nunca quiero ser yo. Quiero hablar sin tapujos, enfrentarme a mis miedos, trabajar con gente nueva. Sin máscara. Quiero que me conozcáis muy bien”.

Con este speech a cámara arrancó el piloto de Mónica y el sexo, una declaración de intenciones que se cumplió en los 50 minutos de los que consta esta primera entrega. Acompañada de la guionista Ana Joven y del realizador Miguel Bosch, Mónica Naranjo se mostró dispuesta a romper tabúes y acercar la sexualidad de nuevo a la televisión.

“Después de una ruptura como esta te quedas en estado de shock y de cintura para abajo estás muerta. Quiero volver a encontrarme conmigo misma. Encontrar ese momento vital y maduro en el que quiera hacerme el amor a mí misma”, confesó la artista, que contó con la visión y ayuda de una experta en materia, la sexóloga Eva Moreno.

Confesiones con Carmen Lomana y Ana Milán

También se rodeó de dos amigas como son Carmen Lomana y Ana Milán, con las que se sinceró sobre diferentes aspectos de su vida. Con la primera habló sobre su duelo sentimental, descubriendo además una cara de Lomana que no muchos conocen: “La gente la ve como distante, frívola… pero no tiene nada que ver”, aseguró Naranjo.

La invitada se abrió al hablar de una de las etapas más duras de su vida, la muerte de su marido en un accidente de tráfico: “Me quedé viuda con 48 años. Estuve casi tres años que no quería ver a nadie ni salir”. Apoyándose en la reflexión de una amiga de la empresaria, Mónica aseguró que ella “hubiera preferido pasar un duelo de verdad, la pérdida de verdad, la muerte. Al igual que Carmen, me hubiera quedado toda la vida idealizando a mi marido. Es duro incluso verbalizarlo”.

El encuentro con Ana Milán fue más desenfadado, como también lo fueron las confesiones. Actriz y cantante son amigas desde hace 20 años, aunque de primeras Naranjo buscó algo más. “Yo con Ana tuve amor a primera vista. Estuvimos hablando toda la noche. Me enamoré de ella. No le eché los trastos porque sabía que tenía novio (...) Yo quería conocerla un poquito más”, desveló. “Yo pude acostarme con Mónica Naranjo”, apuntó entre risas la intérprete y actual concursante de MasterChef Celebrity.

“Televisión pura, sin tabúes y sin capas”

Este primer programa fue acogido con entusiasmo por parte de los espectadores, que elogiaron en las redes sociales la naturalidad de Mónica Naranjo, la frescura del formato y la aportación en educación sexual que se vio en los 50 minutos.

“Por fin un programa en TV sin tabúes, sin prejuicios, sin miedos y sin tapujos, pero sobretodo, sin desinformación y con naturalidad. La educación sexual y su visibilidad es necesaria. Las mujeres también hablamos de sexo”, escribió una usuaria en Twitter. Una opinión generalizada en la gran mayoría de comentarios que pueden encontrarse en el hashtag oficial. “Televisión pura, sin tabúes y sin capas, y una mujer que se reinventa de nuevo”, aportó otro.