Muere OJ Simpson, la estrella del deporte y presentador de televisión que fue absuelto del asesinato de su mujer
OJ Simpson, quien fuera en su día un ídolo del deporte profesional estadounidense y posterior estrella de Hollywood y que luego fue acusado y juzgado por el asesinato de su exmujer y el novio de esta, ha fallecido a los 76 años. El actor y presentador padecía cáncer, tal y como ha confirmado su familia en un comunicado.
“Este 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió en su batalla con el cáncer. Estuvo rodeado de sus hijos y nietos. Durante este momento de transición, su familia pide respeto a sus deseos de privacidad”, puede leerse en la red social X (antigua Twitter).
Simpson había publicado un vídeo en la misma red social por última vez hace ahora dos meses, donde daba detalles de su estado de salud y reconocía estar “lidiando con problemas” de salud. Meses antes, en mayo de 2023, había hecho público el diagnóstico de su enfermedad. Su actividad pública se restringía a las redes sociales, donde comentaba las novedades sobre el fútbol americano, el deporte del que fue emblema en los años setenta.
Auge y ocaso de un rutilante icono americano
Lo cierto es que la historia de Simpson es difícil de condensar con brevedad. Alzado en su día a un icono americano, triunfador en el deporte y también en el cine y la televisión y convertido en estrella total, acabó siendo el protagonista de uno de los sucesos de crónica negra más mediáticos y controvertidos de Estados Unidos. Nos referimos al asesinato de Nicole Brown Simpson, su exmujer, y de Ronald Goldman, el novio de aquella. Un crimen por el que fue absuelto tras un auténtico circo mediático que duró once meses.
La cronología arranca el 12 de junio de 1994, cuando Brown y Goldman fueron hallados sin vida en el exterior de su domicilio en Los Ángeles. Simpson, que había sido acusado por violencia doméstica cuando estaba aún casado con la víctima, fue rápidamente señalado como sospechoso, con varias pruebas apuntándole y solo tres días después se iniciaron diligencias contra él. Aunque su corte de abogados, entre quienes se encontraba su amigo Robert Kardashian, trabajaron por acordar que se entregara, Simpson trató de huir en coche, iniciando una persecución policial, en la que llegaron a participar una veintena de coches policiales y varios helicópteros, hasta conseguir parar el vehículo.
Esta huida a toda velocidad ante las cámaras trazaba el camino de lo que sería el juicio por asesinato: retransmitida en televisión, fue seguida por 95 millones de espectadores. Esto indicaba la proyección del caso, que se convirtió en la comidilla de los medios durante los once meses que duró, del 9 de noviembre de 1994 al 3 de octubre de 1995.
Simpson, que se enfrentaba a la pena capital de ser declarado culpable, contó con una poderosa representación legal liderada por el abogado Johnnie Cochran. Este logró convencer al jurado de que había una duda razonable sobre la hipótesis de que su cliente hubiera sido el asesino, pero no a una opinión pública que cuestionó el veredicto. Aunque hallado no culpable en el juicio penal, Simpson fue declarado “responsable” de las dos muertes en un posterior juicio civil en 1997, donde se determinaba una indemnización de 33 millones de dólares a las familias, un dinero que no llegó a alcanzar esas cifras.
El llamado “juicio del siglo” ha sido en fechas recientes la base para numerosas producciones televisivas, como la primera temporada de American Crime Story, con Cuba Gooding Jr haciendo las veces de Simpson; o la docuserie O.J.: Made in America. Series como Padre de familia también convirtieron a Simpson en un foco de chistes durante años.
Pero ahí no acaba la historia de OJ, que años después pasó por la cárcel, en este caso por estar involucrado en un atraco y secuestro a mano armada en un hotel de Las Vegas. Salió de prisión en 2017, con las cámaras de todas las cadenas generalistas estadounidenses prestando atención con detalle a la vista en la que se le concedió la libertad condicional.
La defensa del exdeportista adujo que la condena impuesta a su cliente era desproporcionada y pretendía hacerle pagar por los hechos por los que fue juzgado dos décadas antes.
La trayectoria en el cine y TV del exdeportista
Como decimos, antes de pasar a las páginas de sucesos, Simpson brilló como una de las mayores estrellas de la historia de la NFL, siendo un icono de los San Francisco 49ers y los Buffalo Bills. Entre sus múltiples logros, fue el primer jugador en sumar más de 2.000 yardas en una sola temporada, allá por 1973, año en que nombrado Jugador Más Valioso de la liga. Se retiró en 1979, y seis años más tarde fue investido como integrante del Salón de la Fama.
En paralelo a su carrera como deportista, también inició su trayectoria interpretativa. De hecho, apareció en las series Ironside, Dragnet y Medical Center antes incluso de su debut profesional en la NFL. Ya durante sus años de competición de élite, siguió compaginando ambas disciplinas. Destacó en especial su intervención en Raíces y en la tv-movie Goldie y su boxeador, que dio pie a varias secuelas; así como películas como El puente de Casandra, El coloso en llamas o Capricornio Uno, en los setenta, todas ellas estando aún en activo. Ya en los años ochenta, formó parte de la recordada trilogía Agárralo como puedas flanqueando a Leslie Nielsen.
Siguió participando en tv-movies, series y películas hasta antes de su detención en 1994. De hecho, era el protagonista del piloto de una serie de acción para NBC, Frogmen, cuando tuvo lugar su detención. El proyecto nunca fue recuperado, por motivos obvios. Eso sí, años después Simpson volvió a la pequeña pantalla de forma poco honrosa: en 2006, presentó Juiced, un programa de cámara oculta donde incluso se jugaba a referenciar algunos de los aspectos más recordados del proceso por el asesinato de su exmujer.