Silvio Santos, el presentador más conocido de la televisión brasileña, falleció este sábado 17 de agosto a los 93 años. Llevaba 17 días ingresado en el hospital a causa de una bronconeumonía originada por la gripe H1N1.
Fue “la mayor personalidad” de la televisión de Brasil, en palabras del presidente Lula da Silva, que lo ha definido como el “emprendedor” que llegó a construir un auténtico imperio de la comunicación audiovisual, el Grupo Silvio Santos, un gigantesco paraguas que daba cobertura al canal SBT y otras tantas emisoras.
A lo largo de seis décadas presentó un espacio dedicado a él en cuerpo y alma, el conocido como Programa Silvio Santos, que actualmente sigue en emisión (lo presenta una de sus hijas) y tiene el récord de ser el programa de variedades más longevo de la televisión mundial. Por todos será recordada esa costumbre que tenía de hacer pequeños avioncitos con billetes, para lanzarlos sobre el público que asistía a sus veladas en la noche dominical.
Según El País, Santos, que llevaba poco tiempo retirado de los platós, era tan supersticioso que había ordenado a sus periodistas que no dejaran preparado el obituario de su muerte.
Este sábado, la cadena SBT tardó en reaccionar a la muerte de su 'emperador'. Lo hizo cuando la competencia llevaba hora y media con el trágico titular en primera plana: “Solo ahora interrumpimos la programación porque estamos administrando nuestro dolor. Estamos dando noticias que nunca quisimos dar”, anunció la presentadora del canal.