Eurovisión 2024 ha culminado este sábado 11 de mayo con la victoria de Nemo, representante de Suiza, su edición más tensa y polémica de los últimos tiempos. Una celebración marcada y manchada por la participación de Israel que ha enrarecido y condicionado la experiencia de los 36 participantes restantes, tal como ha quedado evidenciado durante la semana y se ha confirmado en la rueda de prensa posterior a la final.
Tras levantar el Micrófono de Cristal, le intérprete de The Code -que se identifica como no binarie, como expresa precisamente en su canción ganadora-, se ha pronunciado sobre cómo ha vivido la experiencia en un contexto inevitablemente enrarecido por las extremas medidas de seguridad, las protestas, los abucheos e incluso las censuras de la UER por las manifestaciones pro Palestina como la de Bambie Thug en la primera semifinal.
“Esta experiencia completa ha sido realmente intensa, y no ha sido agradable todo el tiempo. Han pasado muchas cosas que no daban la sensación de que todo giraba alrededor del amor y la música, y que me han hecho estar triste”, ha comenzado expresando Nemo en una rueda celebrada en el centro de prensa del Malmö Arena, y en la que ha estado presente verTele.
Pese a ello, ha querido poner de relevancia lo positivo del festival y, de paso, lanzar un mensaje claro a la UER: “Al mismo tiempo ha habido mucho amor y unidad aquí, muchas culturas encontrándose. Gente llena de positivismo y amor por la música, que realmente me han dado esperanzas. Sé que esa gente existe y necesitamos trabajar para crear un buen entorno. Realmente deseo que Eurovisión continúe apostando por la paz y el amor en el futuro. Creo que todavía hay mucho trabajo por hacer”.
En esa línea crítica con los organizadores, Nemo ha desvelado que en la previa de la final le han prohibido lucir la bandera no binaria que le representa. Algo que, como se ha visto en la retransmisión, ha acabado haciendo tanto en el Flag Parade inicial como en la Green Room durante las votaciones: “Eurovisión me dijo que no y la metí igualmente. He 'roto el código', he roto el trofeo... si mi trofeo se puede arreglar, quizás Eurovisión se puede arreglar también”.
Este comentario sobre el trofeo hace referencia a un momento ocurrido a la conclusión de la gala, cuando ha tenido un traspiés en el escenario y el Micrófono de Cristal se ha partido en dos. Algo que también ha confirmado le ganadore, revelando que le han dado otra insignia nueva.