Durante los últimos tiempos, Netflix se está acostumbrando a generar más titulares por cuestiones empresariales que por sus contenidos en sí mismos. La plataforma se encuentra en pleno proceso de reestructuración, tras haber perdido 200.000 suscriptores en el primer trimestre de 2022, siendo esta la primera vez que tiene un balance negativo trimestral, y como consecuencia de ello, desplomarse sus acciones un 37%. La compañía ya ha empezado a plantear medidas para capear el temporal y encauzar la situación, pero esto ha llevado también a que replantee su relación con sus empleados y la gestión de sus contenidos.
El servicio de streaming ha actualizado su memorando de cultura empresarial para hacer hincapié en el compromiso de sus trabajadores, que se cifran en 11.300 en la actualidad. La compañía pone un ultimátum: si no están de acuerdo con los contenidos que ofertan en su catálogo, les anima a renunciar a su puesto de trabajo y dejar la empresa, tal y como recoge The Wall Street Journal. Así lo manifiestan en un nuevo punto de la normativa titulado “expresiones artísticas”, donde detallan que el objetivo de Netflix es ofrecer una programación variada para toda clase de públicos.
“Aunque cada producto es diferente, los abordamos teniendo en cuenta los mismos principios: apoyamos las expresiones artísticas de los creadores con los que elegimos trabajar; programamos para una variedad de audiencias y gustos; y dejamos que los espectadores decidan qué es apropiado para ello, en vez de estar censurando a artistas y voces específicas”, postulan. “Dependiendo del rol que tengas, tal vez tengas que trabajar en productos que percibas como dañinos. Si encuentras dificultades para apoyar la amplitud de nuestro catálogo, Netflix puede no ser el mejor lugar para ti”.
De acuerdo a la compañía, esta adenda pretende que los potenciales trabajadores de Netflix “puedan entender nuestra posición, y ayudarles a tomar decisiones sobre si Netflix es la empresa adecuada para ellos”.
La polémica en torno a Dave Chappelle, clave
El origen de este aviso a la plantilla parece más que claro. Netflix se enfrentó en el último semestre de 2021 a una de sus mayores crisis de imagen a causa del estreno del especial de humor The Closer de Dave Chappelle. Los chistes de corte tránsfobo motivaron no solo críticas por parte de espectadores, sino también una revuelta interna, que derivó en sentadas de la plantilla para exigir la retirada del formato del catálogo.
La gestión del problema por parte de la empresa no fue precisamente aplaudida: primero, se suspendió de empleo y sueldo a tres trabajadoras por asistir sin estar invitadas a una reunión de directivos en la que se valoró el impacto negativo de The Closer. Una de las tres era Terra Field, quien había criticado de forma pública a la empresa, aunque acabaron siendo reinstauradas en su puesto. Posteriormente, se despidió a una trabajadora que expuso “información confidencial” sobre el contrato con el cómico, lo que permitió desvelar que el monólogo había costado 20,7 millones de euros.
A finales del pasado octubre, el co-CEO Ted Sarandos ya reconoció haberse equivocado en su forma de abordar el problema, aunque fue tajante al avanzar lo que ahora queda reflejada en el memorando. “Hemos manifestado internamente que vamos a tener ciertas cosas en Netflix que no van a gustar. Hay ciertas cosas en Netflix que pueden resultarte dolorosas a ti, a tus compañeros y a tus amigos, pero estamos tratando de entretener al mundo y de tomar decisiones que protejan la libertad creativa y a los artistas, y también aseguren un espacio de trabajo seguro y respetuoso”.
Por de pronto, uno de los que se ha mostrado a favor de la política de Netflix ha sido Elon Musk. Tras la publicación de la noticia original en The Wall Street Journal, el magnate y dueño de Tesla calificaba este como “un buen movimiento” de la empresa. Algo que va en línea con sus planteamientos de cara a Twitter, cuya adquisición sigue en marcha, y de la que ha avanzado que retiraría el veto a Donald Trump.
Netflix trabaja para implantar retransmisiones en directo
Pero la reacción también tiene que ver con los malos resultados obtenidos por Netflix en los primeros compases de 2022, que ha tenido efecto en la plantilla. De acuerdo a Bloomberg, un importante grupo de trabajadores están planteando abandonar la compañía, dadas las expectativas.
Para tratar de revertir esta situación estructural, la compañía está preparando cambios importantes en su oferta. Por ejemplo, la puesta en marcha de una modalidad con publicidad incluida, más barata que las tarifas normales; y también de una fórmula para acabar con el problema de las contraseñas compartidas, con una fórmula que implicará un recargo extra de bajo coste para añadir en el plan a personas no convivientes.
El último de estos es la emisión de contenidos en directo. La compañía está en fase inicial de desarrollo de la retransmisión de programas en directo, con vistas a poder lanzar así programas de entretenimiento y formatos de humor, recoge Deadline. Este planteamiento tiene sentido dado que otras plataformas como Disney+ ya han avanzado en esa línea, con la emisión de Dancing with the Stars a partir de la próxima temporada.
Esto da pie a conjeturar con la posibilidad de que Netflix también esté interesada en retransmitir eventos deportivos, aunque por el momento no hay planes para ello. La apuesta, por ahora, va encaminada a potenciar talent shows y reality shows, así como para una posible nueva edición del festival de humor Netflix Is A Joke. Muchos de los espectáculos y monólogos celebrados fueron grabados y de ellos una docena serán estrenados en el catálogo.