A comienzos de este año 2019, Netflix censuró en Arabia Saudí un episodio de su serie de monólogos de comedia Patriota no deseado. En él, el cómico Hasan Minhaj criticaba al régimen saudí por el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi, y satirizaba especialmente al príncipe Mohammed bin Salman.
La decisión generó muchísimas críticas, y la compañía salió al paso explicando que habían accedido a retirar el episodio porque el gobierno saudí había interpuesto “una petición legal válida, cumpliendo con la ley local”, pese a asegurar que “apoyamos firmemente la libertad artística”.
Este miércoles 6 de noviembre, el CEO de Netflix Reed Hastings ha sido entrevistado en el marco de la conferencia The New York Times’ DealBook, y ha defendido la actuación de la compañía alegando que “no estamos en el negocio de las noticias. No estamos tratando de elevar a la verdad al poder. Estamos intentando entretener”.
Hastings incluso ha defendido al gobierno de Arabia Saudí al recordar que “permite a Netflix transmitir ficciones provocativas como Sex Education sin que sean editadas”.
Según el CEO de Netflix, desde la compañía “podemos lograr mucho más dedicándonos al entretenimiento e influyendo en la conversación sobre cómo viven las personas, que siendo otro canal de noticias”.
Hastings incluso ha criticado un editorial del propio The New York Times en el que se calificaba la decisión como “censura de rango”, ordenada por el gobierno saudí. El directivo ha contraatacado destacando las diferencias de su negocio, pero sin negar que ese fuera el motivo de la censura: “Sois el New York Times. Sois una marca que eleva la verdad al poder. Nosotros somos una marca de entretenimiento”.