Ni que fuéramos Shhh sorprendió a sus espectadores este viernes con un cambio más que visible. El magacín sucesor de Sálvame estuvo presentado por Belén Esteban y Javier de Hoyos, que sustituyeron a María Patiño de manera puntual porque la periodista había tenido que asistir a la boda de su hermano.
De Hoyos –exdirector de Socialité– tiene experiencia en este rol, pero Belén, aunque lo ha tenido que desempeñar en otras ocasiones, se mueve con menos soltura.
“Hoy voy a saber La Patrona”, les dijo a los espectadores desde la posición central del plató, uniformada como pocas veces. Mientras tanto, el director del programa, David Valldeperas, se comunicaba con ella a través del pinganillo para darle una serie de instrucciones que la presentadora trató de ignorar por miedo a perder el hilo de lo que estaba contando: “Sí, te estoy oyendo. Déjame hablar y no me cortes”, soltó Belén, menos acostumbrada al complicadísimo ejercicio de hablarle a la cámara mientras escucha las indicaciones de sus jefes.
Coincidiendo con este cambio, Ni que fuéramos Shhh consiguió ayer uno de sus mejores datos de audiencia de esta segunda temporada que comenzó el pasado 2 de septiembre.
El programa fue la retransmisión más vista de Ten con una audiencia global de 205.000 espectadores y un 2.7% de cuota de pantalla. Es su tercer mejor dato del curso en términos de share.
Pero si nos fijamos en su tramo final de 19:00 a 20:00 horas, en el bloque que se conoce como la Happy Hour de Ni que fuéramos, ahí la audiencia sube al 3.2% de cuota, lo que se traduce en 212.000 seguidores. Es el mejor dato de la temporada, lo que supone un aliciente para un magacín al que le está costando superar esta barrera.