El teatro Ateneo de Madrid acogió este miércoles un especial de El Objetivo en el que Ana Pastor rindió homenaje a la figura de Ana Orantes por el 25 aniversario de su asesinato. El programa de laSexta celebró una entrega dedicada íntegramente a la violencia de género (este 25 de noviembre es el Día Internacional contra las violencias machistas), poniendo todo el foco en un caso que supuso un antes y un después en la visibilización de esta lacra.
Ana Orantes era una mujer de 60 años procedente de Granada que sufrió toda una vida de malos tratos a manos de su marido, José Parejo. Su testimonio en televisión (en el programa De tarde en tarde, que por aquel entonces presentaba Irma Soriano en Canal Sur) despertó la conciencia del país frente a un problema que hasta entonces todo el mundo ignoraba. Tan solo 13 días más tarde, su exmarido decidió matarla delante de su propio hijo, lo que conmocionó a toda la población.
Ana Pastor habló con las hijas de Ana Orantes
Ana Pastor recordó todas las claves del caso y se desplazó a Granada para entrevistar a algunos de los seres queridos de Orantes, incluidas sus propias hijas. Por un lado, Raquel Orantes confesó que la figura de su madre se le hace “más necesaria cada año”. “El último beso que le di lo recuerdo cada vez que vengo aquí”, afirmó desde el cementerio en el que está enterrada Ana Orantes. “Él [su padre, José Parejo] tenía su mayor persecución en quemar todos los recuerdos y todo lo que significara mantener a Ana Orantes con vida”, señaló Raquel, que apenas cuenta con recuerdos de su infancia junto a su madre.
El 17 de diciembre de 1997 Ana Orantes fue asesinada por su marido, quien la prendió fuego dentro de su casa. “Yo todos los días la llamaba a ver cómo iba porque como al hombre le daba por tirarle huevos a la ventana, por insultarla, amenazarla... teníamos miedo de que rompiera el cristal y pudiera acceder a la puerta por lo que pusimos un cerrojo para que no pudiera entrar”, explicó su hija Charo, que pese a todo lo que vivió, asegura que su madre “tenía muchas ganas de vivir”.
Bárbara Jímenez, una de las mejores amigas de Ana Orantes, también quiso hablar para las cámaras de laSexta. La mujer afirmó que la granadina era una persona “buena, cariñosa y humilde” que “se hacía querer”. Jímenez reconoció que ella no sabía que Orantes iba a ir a la televisión a denunciar los malos tratos que estaba recibiendo.
En todo caso, afirma que su amiga “se quedó corta”: “Contaba la verdad como un templo. Más sufrió todavía. Un día la llevó a una fiesta y le tiró del pelo hasta su casa”, declaró la mujer, que afirmó que su marido mostraba siempre una doble cara ante los vecinos. “Él no demostraba lo que era, engañaba. Él venía con lágrimas en la calle y con palabras bonitas, no mostraba lo que era”, rememoró. “No hay derecho a sufrir lo que ella sufrió”, zanjó en un escalofriante testimonio.
Irma Soriano, la presentadora que dio voz a Ana Orantes
Tras contar también con la presencia en plató de su hijo Raphael, quien recordó a su madre como “su protectora” (“ahí recibíamos todos”), Ana Pastor pudo charlar con Irma Soriano, la presentadora de televisión que dio voz a Ana Orantes en su programa de Canal Sur.
“En la tele, en ese momento, nadie decía nada, y en el programa venían mujeres a contar historias terribles. Tenemos que mirarlo con los ojos de hace 25 años”, empezó recordando. “Ana [Orantes] insistía y todos los días teníamos en el contestador mensajes suyos. Nosotros pensábamos que si lo hacíamos público ya no iba a pasar nada. Ella, después de 15 denuncias y obligada a compartir vivienda, llamó a todas las puertas posibles”, añadió.
La advertencia final de Leire Pajín
Finalmente, Leire Pajín, exministra de Sanidad, también participó en el especial de El Objetivo, donde quiso lanzar una advertencia sobre nuestro presente. La política recordó cómo lo sucedido removió conciencias y cómo empezaron a cambiarse las leyes para empezar a proteger a las mujeres. También puso en duda que España haya avanzado tanto desde entonces.
“Hemos conseguido situar la violencia de género en el lugar que correspondía, en el corazón de la agenda social, pero también hemos dado pasos atrás en algunas cuestiones, y tenemos que decirlo”, denunció, rememorando la ley que aprobó su gobierno en 2004, donde portavoces y parlamentarios de todos los partidos trabajaron para sacarla adelante. “Hoy, seguramente, esta ley no se aprobaría por unanimidad. Hoy tenemos detractores de la violencia de género sentados en el Parlamento y tenemos que saberlo”, reflexionó Pajín, que invitó a seguir “luchando” para “no dar ni un paso atrás en lo que tantos años nos ha costado para no dejar de llamar a la violencia por su nombre”.