Declaraciones

Orestes desvela si volverá a 'Pasapalabra' y explica por qué las preguntas de 'El Cazador' son más “asequibles”

Orestes Barbero debutó como “cazador” de El Cazador, valga la redundancia, el pasado 19 de octubre, apenas seis meses después de tener que decir adiós a Pasapalabra tras el histórico triunfo de Rafa Castaño. El burgalés se fue del programa de Antena 3 siendo uno de sus concursantes más legendarios, y aunque no entraba en sus planes tener que irse justo en ese momento, con 360 participaciones consecutivas a sus espaldas (de octubre de 2021 a marzo de 2023), el paso del tiempo le permite ver aquel adiós con otros ojos.

“Me ha venido bien para recuperar la compostura, recuperar la vida normal y ahora compaginarla con El Cazador, que es mucho más fácil que con el Pasa”, comenta a El País, donde se muestra encantado con su nueva aventura en el concurso de La 1. Tanto, que la pone por delante del bote de Pasapalabra: “Si me das a firmar entre tener el bote o no tenerlo, yo te diría que por el gustirrinín de la aventura, y por la continuidad tan bonita que tiene esto, te diría que no ganarlo, pero venir a El Cazador”.

De hecho, tan contento está en su nuevo programa que no piensa ahora mismo en volver a Pasapalabra. “Eso no me lo planteo. Estoy tan bien aquí, que al final me tengo que centrar en esto, que es una oportunidad de oro. Y que además es compaginable con otras dedicaciones”. Eso sí, tampoco da por cerrada su etapa en el concurso de Roberto Leal: “No sé si decir clausurada porque nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre. Pero vamos, postergada hasta que en El Cazador lo puedan disponer, sí”.

En cualquier caso, Orestes tiene claro que su futuro no pasa por la televisión, sino por “la gestión cultural y la educación, ya sea en enseñanza media o en universidad”, que espera que su “dedicación principal” a largo plazo. Hasta entonces, espera estar mucho tiempo en El Cazador, un concurso que ve más sencillo que Pasapalabra: “En el Pasa preguntan cosas para asegurarse de que el bote no caiga todos los días, cosas que ni siquiera son difíciles, son directamente absurdas. En El Cazador no, todas son preguntas de conocimiento, todas acaban siendo más o menos asequibles”.