Una organización satanista amenaza con demandar a Netflix por el uso de su simbología en “Sabrina”
Las escalofriantes aventuras de Sabrina se está ganando los elogios de la audiencia casi en conjunto con su propuesta abiertamente enfocada al horror. Pero en el proceso se ha ganado unos enemigos cuando menos inesperados. El Templo Satánico, organización religiosa fundada por el escritor Lucien Graves, ha acusado a la ficción de Netflix de utilización indebida de uno de sus símbolos, la estatua de Bafomet, y de promover una mala imagen del satanismo que defienden.
Así lo recoge el portal especializado en cine de género Dread Central, donde se recogen las declaraciones de Graves: “Siento que el uso de nuestra imagen, reconocida además como nuestro icono principal, como parte central de un culto caníbal va a tener efectos perjudiciales para nuestra imagen”.
Una imagen creada por Eliphas Lévi en el siglo XIX
La efigie que tanto la iglesia como la serie reproducen es una talla a partir del diseño original que realizó el ocultista francés Eliphas Lévi y publicado en su libro Dogma y Ritual de la Alta Magia, dividido en dos volúmenes publicados entre 1854 y 1856. Ahí se definía a esta figura como una representación simbólica del Absoluto.
Aunque la imagen sería considerada ya de dominio público, Graves considera que su institución detenta el derecho legítimo sobre esta representación. “Me sorprende que la gente esté confundida por el hecho de que busquemos una compensación legal sobre el uso de nuestro monumento. ¿Serían tan comprensivos si una serie utilizara una mezquita real como el centro de operaciones de una célula terrorista?”, cuestiona el líder de la congregación.
“Una necia ficción para infundar pánico contra el satanismo”
El Templo Satánico recuerda que, como organización, no profesan seguimiento al Diablo, al menos no entendido como una entidad real. Su cuerpo de creencias se basa en una concepción simbólica del demonio, siendo este una imagen de la libertad y rebeldía del orden vigente, inspirándose en ciertos aspectos con el Satanismo promulgado por Anton Lavey.
Según su web, la misión del templo es “fomentar la benevolencia y la empatía entre las personas”, “rechazar la autoridad tiránica”, “defender el sentido común y la justicia” y “la realización de actividad nobles guiadas por la libertad individual”. Esto les ha llevado a participar en diversas obras benéficas y filantrópicas desde su creación en 2013.
Por estos motivos, Graves tilda a Sabrina de “necia ficción para infundar el pánico contra el satanismo”.
Netflix no ha contestado a esta amenaza de demanda por parte del Templo Satánico. La única información oficial por parte de la plataforma de streaming ha sido la renovación por una segunda temporada a esta versión oscura de la popular ficción juvenil de la segunda mitad de los noventa.