José Ortega Cano ha sido uno de los protagonistas del último mes en Telecinco. Circunstancia agravada por la entrevista que su pareja Ana María Aldón concedió el pasado viernes a Déjate querer; y que no ha sido plato de buen gusto para el extorero. "Que me dejen tranquilo", llegó a pedir en Ya son las ocho a finales de junio. Hasta ahora, sus apariciones habían tenido lugar por vía telefónica, pero este miércoles decidió hablar ante el micrófono de Sálvame.
“A Telecinco le queda poco para acabar con mi vida. Están a punto de conseguirlo”, afirmó delante de las cámaras del programa, desplazadas hasta la puerta de su casa. “Ya no tengo fuerzas. Estoy abatido por la forma en la que me tratan, de la forma tan cruel en la que son conmigo”, argumentó, “yo no les he hecho nada, todo lo contrario. Les he hecho ganar mucho dinero”.
El diestro lamentó que “con todo lo que he sufrido en mi vida”, Telecinco le estuviera provocando aún “más” malestar. El extorero defendió igualmente que no existe ningún problema con su esposa. “Me llevo con mi mujer fantásticamente”, sostuvo, “no hay crisis, no hay nada. Mi pareja está en Andalucía igual que yo estoy en Madrid, porque estoy haciendo trabajo”.
“Tienen que acabar con mi vida”, insistió, “¿qué les he hecho yo? Pido a España que sean justos conmigo”. “Van a acabar conmigo de una vez para siempre, pero no lo conseguirán, espero”, añadió.
“¡No quiero hablar con Terelu ni con nadie!”
A continuación, se negó en rotundo a ponerse el auricular con el que poder escuchar a los colaboradores de Sálvame, que le escuchaban serios desde plató.
“¡No quiero hablar con Terelu ni con nadie! ¡Son enemigos míos!”, exclamó, visiblemente enfadado. Por último, hizo referencia a las afirmaciones realizadas sobre su vinculación con Rocío Carrasco. “Que Dios sea justo con aquellos que dicen estas palabras”, pidió.