“Nos espera una noche de infarto” advertía Carlos Sobera desde el arranque del tercer Debate de Pesadilla en El paraíso y así fue, como mínimo, para Gloria Camila. La granjera había pasado una semana “muy preocupada por lo que pudiera pasar fuera con su familia” y el programa dio la oportunidad a Ortega Cano de entrar por videollamada para tranquilizarla.
La joven, que no sabía nada, se sentó en una sala junto a Lara Álvarez para explicar el bajón que había vivido en los últimos días: “Echo muchísimo de menos a mi gente, mi padre, mis hermanos, a mi chico.... simplemente espero que esté todo bien y que estén todos bien. Hay muchísimo tiempo para pensar. Si pudiera pedir algo, sería hablar con alguien de los míos”.
Un deseo que el programa le cumplió al mostrarle en pantalla a su padre: “Qué guapo estás. Te echo muchísimo de menos. Tengo muchísimas gracias de abrazarte”, le decía ella con los ojos vidriosos, mientras el torero se emocionaba.
“Estoy bien, Gloria. Con muchos desesos de verte y escucharte, lo estás haciendo muy bien. No queremos nadie que aflojes. Tú eres fuerte, muy sensible, y tienes que demostrar tu capacidad, tu ternura y que eres una niña especial”, dijo Ortega Cano. Preguntado por la razón de su seriedad: “Estoy muy cansado, llevo muchos viajes continuos. Quiero que te fortalezcas, los días que te queden que los aproveches y que seas una ganadora”.
Ella le explicó lo orgullosa que estaba de su paso por la granja: “Estoy con los animales, hago las tareas diarias, recojo mierdas que muchos pensaban que no iba a hacer” y el padre aplaudió sus hazañas.
Seguidamente, Ortega Cano le anunció que había alguien en casa que también quería hablar con ella y dejó la cámara a David, su novio. Algo que ella no se esperaba porque “me dijo que nunca entraría, y ahí está”, transmitió alegre.
“Te echo mucho de menos”, empezó diciendo él, “quiero que llegues a la final estamos contigo, entiendo que estés dándole vueltas pero te estoy ayudando en todo. Un beso de parte de todos. Te quiero mucho, tengo muchas ganas de verte y no lo dudes. Que esta llamada te sirva como energía y que todo está súper bien”, deseó.
A lo que ella respondió feliz: “No sabes las ganas que tengo de abrazarte, hablo de ti todo el rato y soy una pesada. Te amo muchísimo, gracias por estar y ser”.