Pasó lo que tenía que pasar. Como bien dijo Maialen -y nosotras mismas pensamos aquel primer día de pizza y vino- Nia ganó OT 2020 en la gala 0, y en la final volvió a demostrar por qué. La canaria consiguió terminar el truculento cuento de la edición alzándose con un premio que no podía caer en otras manos. Y sí, el suyo demostró que los finales felices existen. Tras el traspiés de dejar fuera a la navarra y Samantha de la gran cita, tocaba remontar el caos que, por momentos, se ha apoderado de esta edición. Misión cumplida.
Siendo sinceras, llegamos con algo de miedo y los sentimientos un poco más a flor de piel de lo habitual. Es la final, no sabemos qué va a pasar con OT, si habrá o no más ediciones y, después de cuatro meses acompañando a esta generación que de suerte, precisamente, no puede presumir, da pena decir adiós. Llegamos tras emocionarnos con el reencuentro de los 16 triunfitos y compungidas porque también es la despedida de Roberto Leal. Hoy está a sus anchas, echa el resto, lanza alguna pulla a la poca 'sangre' con la que se han enfrentado los concursantes a sus entrevistas y recibe el homenaje que merece. “Me habéis dado una edición que pa qué”, bromea. Razón no le falta.
El medley del inicio nos encanta, Eva, Nia, Anaju, Hugo y Flavio vuelven a cantar sus temas de la gala 0, y sí, en su amplia mayoría se nota mejoría, aunque muchos nervios. El plató está lleno de globos, que en parte nos recuerdan a las fiestas de cumpleaños de nuestra infancia, pero le dan color y arropan a los finalistas bastante más que las tristes sombrillas de la semana pasada. Los 16 vuelven a compartir escenario con Sal de mí, que dedican a las víctimas del coronavirus. De algunos nos asusta el vestuario -por no cambiar la tónica-, pero disfrutamos a pesar de que a más de uno el parón parece haberle hecho involucionar. Eso sí, nos duele ver a Javy sentado como cuarto expulsado, ya que visto lo visto podría haber sido perfectamente finalista.
Toca ponerse serios. Anaju es la primera en cantar su tema en solitario, y con ella descubrimos los vídeos en los que repasan su paso por el programa junto a uno de los profesores. En su caso, Ivan Labanda. Cuando comienza su 7 rings vemos que se ha puesto unas gafas y que, una vez más, es capaz de adaptarse y amoldarse al estilo y voz de quien le toque, pero nos preocupa no saber exactamente cómo y qué quiere cantar. Desde luego, ha demostrado con creces ser una clara aspirante a Tu cara me suena.
La siguiente es Eva, que marca con People Help the People su mejor actuación del concurso -lástima que haya esperado a la final-, y en seguida la vemos subir en las quinielas. Le sigue Flavio con un tema de Panic at the disco. Y sí, él está destinado a ser el que más cerca quede de Nia y, quién sabe, adelantarle por la derecha y llevarse el gran premio. Más cómodo con el pie de micro que en el piano de la semana pasada, se pone seductor y demuestra haber dejado muy atrás las clases de aquagym. Tampoco nos parece mal, no todos hemos nacido para bailar como si no hubiera un mañana, y hacerlo bien.
Hugo apuesta por dar espectáculo con Radioactive. Lo consigue acompañado de una puesta en escena generosa, encerrado en una jaula de luces. Nos recuerda a la que pusieron a Roi interpretando otro tema de Imagine Dragons, Demons, en la gala 10 de OT 2017, y recordamos la vidilla que dio el gallego a Roberto en su edición. Lástima que no haya tenido sucesor en la de 2020. Por último, Nia aparece sentada, defiende Say something, y vuelve a hacer evidente que lleva desde el primer día siendo la mejor. Ha puesto todo de su parte, y merece ganar.
Acaban así los temas en solitario, y nos da pena que podían haber elegido canciones con las que lucirse más. Atrás quedaron el Miedo de Amaia, Chandelier de Aitana o And I am telling you I'm not going de Famous, que por cierto, ha venido a ceder su testigo -y cantar uno de sus dos singles-. Ha pasado poco más de un año de la final que le coronó como ganador de OT 2018 y vuelve con rastas, pareciendo más mayor y cantando divinamente. Su presencia queda pronto eclipsada por Mimi, que cada vez que vuelve al plató de Operación Triunfo demuestra que pocos han aprovechado como ella haber estado en el concurso pese a haber sido la primera expulsada. Sus fieles Lolas no faltan.
El jurado se deshace hoy en elogios, se acuerda de Pau Donés y pone su guinda de emoción con una Nina vistiendo el mismo traje que la primera gala de OT 1. Qué bonito que pase el tiempo y mantenga el espíritu y amor por el programa. Nosotras también lo hacemos -aunque no perdonemos el cuarto puesto de Chenoa.
Vamos con la primera criba de la noche. Hugo y Anaju se quedan fuera. El primero debió haber hecho caso a Noemí cuando les dijo que no se metieran en las redes nada más salir de la Academia durante el parón. Aquel directo dando explicaciones de más sobre su vida sentimental no le hizo ganar demasiados adeptos.
Toca escuchar los singles. Eva presenta Dumb, y echamos de menos que ya que va a tirar de rollo y algo de movimiento, cante junto a algún bailarín. Aun así, está en su salsa. Flavio vuelve a defender Calma, con una puesta en escena diferente a la que le libró de quedarse fuera de la semifinal. También lo hace bien. Como veis, hoy no estamos especialmente puntillosas, se nos ha ablandado un poco el corazón en este adiós. Y por eso nos volvemos a rendir a Nia. Sus 8 maravillas le permiten pisar por última vez muy fuerte el escenario de Operación Triunfo y mostrar su poderío y dotes con el baile. Por cierto, caemos en que llevó el mismo número de pegatina que Famous. ¿Puede ser la coincidencia más loca de la historia de OT?
La noche sigue avanzando, el final está más cerca, y no solo el de los concursantes, también el de Roberto. El programa se ayuda de Samantha para rendirle homenaje y regalarle una réplica en miniatura del sofá del plató. Desde luego, suyo es gran parte del mérito de la nueva vida de OT desde la generación de 2017. “Que te vaya todo muy bien a ti y a tu acento andaluz”, le dice la alicantina dejando de paso un recadito a Pablo Motos. Recopilan sus mejores momentos que culminan cuando en la última grupal, Díselo a la vida, sale a cantar como uno más. “Larga vida a OT” dice, aunque ahora cuesta imaginarlo sin él.
Llega el momento de hacer justicia. Eva queda tercera, Flavio segundo y... NIA ganadora. Por momentos se nos olvida la pandemia viendo a Famous dándole un abrazo y hacemos amago de lo mismo en el sofá. La canaria se parte de la risa, que ha sido parte de la banda sonora de la edición, y llora emocionada. Brilla satisfecha por ver recompensado su esfuerzo. Menos mal que su -innecesaria- etiqueta de 'perfecta' y 'todo lo hace bien' le ha funcionado mejor que a Natalia el año pasado, que quedó desbancada al tercer puesto, y tuvo que disimular como los actores y actrices que no ganan los Goya y aun así son enfocados con primeros planos.
Y ahora sí, toca bajar el telón con el himno Díselo a la vida. Se nos queda algo frío, sobre todo porque venimos de la entrega a lo karaoke a las cinco de la mañana de Marta en la final de OT 2018. Gritos y gallos incluidos. ¿Acaso no es la concursante de OT con la que más nos hemos sentido identificados en toda la historia del formato?
Esta vez hacemos la excepción y nos quedamos al Chat, que culmina con Noemí cerrando el 'Cuento de OT'. Nos puede un poco la nostalgia -y pensar en el madrugón de mañana-, pero no podemos evitar emocionarnos al recordar que planeamos viajar a Barcelona para estar en la final. Como otros tantos, el covid-19 se cargó este plan, pero no nos ha impedido compartir la gran cita. “Que la música nos acompañe”, dice Roberto. Y puestos a pedir, que OT, dentro de un tiempo, también.