Pablo Castellano ganó la cuarta edición de 'El Desafío' en la final más ajustada de la historia del programa

Pablo Castellano se convirtió anoche en el ganador de la cuarta edición de El Desafío. A lo largo de las últimas semanas, el marido de la influencer María Pombo se había ido perfilando como uno de los grandes favoritos del concurso, pero tenía rivales fuertes como Chenoa, Adrián Lastra y Marta Díaz. Entre ellos se jugaban la victoria, pero fue el arquitecto quien se acabó llevando el premio.

En esta gala final contaban con el apoyo (o el lastre, depende de por dónde se mire) de los cuatro concursantes que no se habían clasificado. La puntuación que estos consiguieran en sus respectivas pruebas se sumaría a la de sus compañeros finalistas.

Parejas de concursantes de la final de 'El Desafío 4'

Castellano tuvo que realizar un número de funambulismo sobre una bicicleta, para lo cual demostró una excelente capacidad de equilibrio. Estuvo muy emocionado durante toda la gala, hasta el punto de que lloró antes y después del reto.

Apenas pudo articular palabra cuando se bajó de la bicicleta. Lo primero que hizo es dar las gracias a Jorge Ventosa, director de producción de El Desafío, quien llevaba “dos años” pidiéndole que concursara en el programa. “Solo te puedo dar las gracias porque esta ha sido la mejor experiencia de mi vida”, le dijo entre lágrimas.

También se acordó del productor Jorge Salvador, por el que se ha sentido muy arropado en cada gala, y del equipo técnico.

Castellano recibió 18 puntos del jurado: 5 de Juan del Vall, 7 de Pilar Rubio y 6 de Santiago Segura. Con esto y la puntuación conseguida por su compañera Mónica Cruz, el influencer sumó un total de 215 puntos y se alzó hasta lo más alto del ranking, aunque con una ventaja mínima sobre Adrián Lastra (214). Esta ha sido la final más ajustada de la historia de El Desafío.

Clasificación general de la final de 'El Desafío'

Tras recibir el cheque de 30.000 euros –cantidad que tendría que donar a una ONG–, el marido de Pombo tomó la decisión de repartir el premio para que todos sus compañeros pudieran entregar cierta cantidad de dinero a sus respectivas asociaciones.

Y así, con muchas lágrimas y gestos de compañerismo, terminó la cuarta edición de El Desafío, que ha vuelto a ser líder de audiencia con cada una de sus galas a pesar de que esta ha sido su temporada menos competitiva.