Mamen Mendizabal tiene nuevo proyecto en laSexta. La periodista homenajeará el legado de los padres en Palo y astilla, un formato en el que diferentes rostros famosos recordarán y rendirán tributo a sus progenitores a partir del próximo otoño en la cadena de Atresmedia.
“Recorreremos el patrimonio emocional a través de los padres de personajes relevantes en España”, explica la presentadora en una entrevista a La Vanguardia. Será en un total de 6 entregas ya grabadas con personalidades como Iñaki Gabilondo y El Gran Wyoming.
“El programa mostrará historias de agradecimiento y de homenaje a los padres y a su esfuerzo por sacarnos adelante, para que fuéramos mejor de lo que fueron ellos y tuviéramos más oportunidades en la vida”, añade Mendizabal, que asegura que se enamoró del proyecto “porque me pareció muy bonito pararse a reflexionar y a preguntarse a uno mismo qué le dirías hoy a tu madre, qué te faltó por decir, que conversación se quedó pendiente... Y aprovechar con los que todavía están aquí para que no se queden más conversaciones pendientes”.
Palo y astilla está producido por LACOproductora, creadores de una de las revelaciones del curso en la televisión de pago: El cielo puede esperar de #0. Según explica la presentadora, son ellos los responsables de la idea original y su proyecto nada tiene que ver con Els meus pares, un formato similar que presentó Gemma Nierga el pasado otoño en TV3: “A veces se producen coincidencias misteriosas”, apunta.
Segunda incursión en el prime time de laSexta
Esta será la segunda incursión de la periodista en el prime time tras su Scoop, programa de investigación que estrenó en 2018 y del que ha emitido cinco entregas especiales con discreto rendimiento en audiencias.
Mendizabal compaginará Palo y astilla con Más vale tarde, el programa de actualidad que presenta cada tarde en laSexta: “El mundo de la política te deshumaniza un poco y los programas en directo te hacen vivir la información muy deprisa, con mucha intensidad pero muchas veces también con poco corazón. Y este programa precisamente me produce lo contrario, me permite vivir momentos de una gran emoción, una emoción verdadera y para nada sensiblera”.