Bodyguard (El guardaespaldas) ha batido su propio récord de audiencia este domingo por la noche, alcanzando la inesperada cifra de 10.4 millones de espectadores y un 47.9% en su capítulo final; un dato superior al de cualquier programa o serie de televisión de Reino Unido, a excepción de la Copa del Mundo, recoge The Guardian, y que supera con creces los números percibidos por la otra gran serie de su creador, Jed Mercurio: Line of Duty.
El público congregado por la serie protagonizada por Richard Madden ha dado esperanza a las emisoras tradicionales, que pensaban que a día de hoy no tenían la posibilidad de aunar a grandes audiencias en una era en la que los servicios de contenido en streaming como Netflix y HBO están aumentando progresivamente su cuota de mercado. Pero solo hay que ver la andadura que la ficción lleva en BBC para comprender que todavía es posible.
De esta manera, analizando su cuota de pantalla media, se ha podido concluir que Bodyguard ha tenido la audiencia más grande para un drama en la TV británica desde Downton Abbey, la ficción de ITV nacida en 2010. De hecho, la última vez que se manejaron unos datos comparables para uno de los dramas de Reino Unido fue durante el episodio del Día de Navidad de Doctor Who en 2008 y, este año, la cobertura que recibió la boda real entre el Príncipe Harry y la actriz Meghan Markle en primavera, con 18 millones de espectadores en todos los canales.
Netflix lanzará Bodyguard a nivel internacional
La plataforma de contenidos en streaming está a punto de ofrecer a sus suscriptores de todo el mundo los seis episodios del drama inglés, que llegará el próximo 24 de octubre, apunta Variety.
Ambientada dentro y en torno a los corredores de los centros de poder, Bodyguard cuenta la historia de David Budd (Madden), un veterano de guerra algo volátil que ahora trabaja como guardaespaldas para la rama de regalías y protección especializada del servicio de la policía metropolitana de Londres.
Cuando se le asigna la tarea de proteger a la ambiciosa y poderosa secretaria del Interior, Julia Montague (Keeley Hawes), cuya política representa todo lo que desprecia, Budd se encontrará dividido entre su deber y sus principios. Al ser él responsable de su seguridad, ¿se convertirá también en su mayor amenaza?