Dos años sin 'Pasapalabra' en Telecinco: lo que ha perdido la cadena y ahora disfruta Antena 3

El calendario, siempre caprichoso, ha querido que Orestes Barbero vaya a debutar como concursante oficial de Pasapalabra en Antena 3 el mismo día que dejó de ser concursante oficial de Pasapalabra en Telecinco.

Y es que fue un 1 de octubre de 2019 cuando el joven burgalés vio cortado su paso por el concurso después de que el Tribunal Supremo obligara a Mediaset a retirarlo de su parrilla como desenlace de su largo litigio contra ITV, la productora británica que posee los derechos del programa. Ahora otro 1 de octubre, pero de 2021, el célebre Orestes está listo para volver a la acción como nuevo concursante de pleno derecho tras el adiós de Marco Antonio y Sofía, que se despidieron del concurso el pasado lunes después de que la primera acertara correctamente las 25 preguntas de 'El Rosco'.

Entre un 1 de octubre y otro han pasado exactamente dos años, y en este tiempo muchas cosas han cambiado en torno a Pasapalabra. Pero, sobre todo, muchas cosas han cambiado en torno a Telecinco y Antena 3, que no han vuelto a ser las mismas desde que el concurso pasara de un canal a otro en el transcurso de la temporada 19/20. Básicamente, porque lo que perdió la primera lo ha ganado con el tiempo la segunda. Lo vemos a continuación.

'Pasapalabra' y la estabilidad a última hora de la tarde

Lo primero que ha perdido Telecinco sin Pasapalabra es su bastión a última hora de la tarde, esa oferta consolidada que emitía entre las 20:00 y las 21:00 horas con la garantía de que iba a liderar cómodamente sobre el resto de ofertas. De hecho, en el momento de su abrupto adiós, el concurso venía de firmar el mejor septiembre de su historia en cuota (18.3%), así que retirarlo forzosamente de la parrilla fue como desprenderse de un valor seguro. Uno de esos que tanto escasean en la televisión actual.

Aun así, durante los meses que Pasapalabra estuvo fuera de emisión -finalizó en Telecinco el 1 de octubre de 2019, pero no debutó en las tardes de Antena 3 hasta el 18 de mayo del año siguiente-, la cadena de Mediaset mantuvo el liderazgo en dicha franja simplemente estirando una hora más Sálvame. De hecho, Sálvame Tomate se impuso cómodamente a Pasapalabra durante el primer mes del concurso en su nueva casa. Sin embargo, el paso de los meses fue dibujando una trayectoria dispar entre ambos formatos: mientras Sálvame iba hacia abajo, Pasapalabra no paraba de crecer espoleado por Pablo Díaz, su concursante récord.

Esto, claro está, obligó a Telecinco a mover ficha. Sálvame ya no era rival para Pasapalabra, así que tocaba buscar alternativas. La Campos Móvil fue una de las primeras, pero el programa de María Teresa Campos llegó tan pronto como se fue tras su pobre acogida. El precio justo tuvo más recorrido, pero el desenlace fue el mismo y el programa de Carlos Sobera acabó marchándose por la puerta de atrás. Igual que su sucesor, Alta tensión, que apenas compitió una semana en la tarde antes de que Mediaset decidiera moverlo al mediodía de Cuatro, donde se mantiene en emisión.

El concurso de Christian Gálvez, precisamente el presentador de Pasapalabra durante la etapa del concurso en Telecinco, dio paso al intento más sonado y desesperado de Mediaset por recuperar el control entre las 20:00 y las 21:00 horas: adelantar a esa hora el inicio de sus contenidos estrella de la noche. Al menos esa era la intención inicial. La realidad es que dicho adelanto ha quedado reducido a martes y jueves, días en los que tanto Secret Story: Cuenta atrás como la gala principal del reality conducida por Jorge Javier Vázquez sí empiezan a esa hora para, tras el informativo de Piqueras, continuar su emisión hasta la madrugada.

El resto de días, la última hora de la tarde es para Sálvame (lunes y viernes) y para el resumen de Secret Story conducido por Lara Álvarez (miércoles). Por lo tanto, la franja de 20:00h a 21:00h se ha convertido prácticamente en una tira diaria del nuevo reality de Telecinco, que por ahora está tan lejos de alcanzar a Pasapalabra como el resto de intentonas anteriormente mencionadas, como así demuestran los datos cosechados en el mes de septiembre:

Como vemos, Telecinco ha probado en el último año cinco soluciones diferentes para acabar con el dominio de Pasapalabra y ninguna de ellas lo ha conseguido, lo que demuestra que la cadena de Mediaset ha perdido esa estabilidad de la que tanto disfrutó en el pasado gracias al concurso que ahora es incapaz de batir.

'Pasapalabra' y el liderazgo de los informativos de la noche

Evidentemente, lo que ha perdido Telecinco sin Pasapalabra es directamente proporcional a lo que ha ganado Antena 3 con la llegada del concurso. Y no hablamos solo de la estabilidad a última hora de la tarde, sino también de lo que viene justo a continuación. Es decir, de la batalla por liderar los informativos de la noche. Pasapalabra, en su papel de telonero, es un agente esencial en la disputa entre Informativos Telecinco 21h y Antena 3 Noticias 2. Tanto, que es el elemento que decanta la balanza a favor de uno u otro, como ha demostrado sobradamente los últimos años:

Gracias a Pasapalabra, Vicente Vallés lleva más de un año liderando contundentemente sobre Pedro Piqueras. Algo que probablemente hubiese sido imposible sin el concurso de Roberto Leal vista la amplia distancia que les separaba a ambos antes del cambio de cadena del programa. Un cambio de cadena que, como se puede apreciar, ha propiciado que Antena 3 pase a liderar ahora dos horas (de 20:00h a 22:00h) que antes eran patrimonio de Telecinco, lo que sin duda explica parte del cambio de paradigma al que estamos asistiendo entre ambas cadenas, culminado este mes de septiembre con la primera victoria mensual en solitario de Antena 3 en 37 meses.

'Pasapalabra' y la oferta cultural de Telecinco

A pesar de todo lo expuesto hasta ahora, Telecinco no solo ha perdido audiencia sin Pasapalabra. También ha perdido el único programa cultural relevante de su parrilla. como así lamentó su público tras aquel fatídico 1 de octubre de 2019. Con su mezcla de entretenimiento y cultura, el concurso de Christian Gálvez era la excepción dentro de una cadena construida en torno a los realities y los programas del corazón.

Mientras éstos se nutrían -no en su totalidad, pero sí en un porcentaje importante- de “hijos de”, “novios de”, “ex de” y otros perfiles de fácil ascenso y más fácil caída, Pasapalabra premiaba la cultura del esfuerzo con concursantes como el mencionado Orestes, que representaban un tipo de personaje absolutamente opuesto al imperante en Mediaset. Ni mejor ni peor, pues esto depende de los gustos de cada uno, pero sí diferente.

Y sin un concurso parecido a Pasapalabra que se consolide en su parrilla -algo que se intentó conseguir desde el inicio con El Tirón-, esa cultura del esfuerzo y estos perfiles diferentes quedan ahora mismo reducidos a Got Talent, el único formato de prime time alejado de los realities y el corazón en este inicio de curso de Telecinco. Algo que no sucede en Antena 3, donde el impacto de Pasapalabra en este sentido es mucho menor. Básicamente, porque desde su llegada ha hecho tándem en la tarde con ¡Boom!, otro concurso con el que comparte esos valores de esfuerzo y conocimiento cultural que representa.