Si hay una historia que supuso un antes y un después no solo en Hospital Central, sino también en la ficción española, fue la de Maca y Esther. Patricia Vico y Fátima Baeza dieron voz a una realidad que hasta entonces se había pasado por alto y todavía hoy, casi ocho años después del final del drama médico, son muchos los seguidores que fantasean con que su relación siga desarrollándose en una serie propia.
Sobre ello hablaron las dos actrices con Vertele en un encuentro especial, en el que terminaron reencontrándose para celebrar el 20º aniversario del estreno de Hospital Central. “¿Por qué no? Han sido dos personajes muy importantes y podrían tener continuación perfectamente para ver cómo están en este momento. Podría ser muy interesante”, opina Patricia Vico al ser preguntada por el spin-off que demandan sus fans.
El final de su historia en Hospital Central fue del agrado de ambas, si bien todavía tienen una espinita clavada: desarrollar más su relación en televisión. “Hubiera contado todo sobre las parejas entre mujeres, me habría metido en millones de conflictos que veía que podía haber. En ese momento, la cabeza me echaba humo de miles de cosas que se podían contar de una relación”, confiesa Fátima Baeza.
“Cada pareja es un mundo y se podría hacer un mundo de Maca y Esther. Yo en el momento lo hubiera hecho. Pero nunca es tarde”, reflexiona 'Esther', abriendo la puerta a un spin-off que no está sobre la mesa, pero que seguro que haría las delicias del grupo de fans que todavía siguen sus pasos: “Me gustó el final de ambas, fue romántico y me pareció que se lo merecían, pero creo que se podría contar mucho más. Fíjate dónde estarían ahora Maca y Esther... esos niños les darían capones a las dos”, añade 'Maca'.
Maca y Esther, un referente en la ficción con mucho que contar
“Esther tuvo varios amores, pero la llegada de Maca fue el cambio luminoso”, explica Fátima Baeza, al tiempo que reconoce que “la historia estaba súper bien planteada”. Tanto, que se convirtieron pronto en referentes del colectivo LGTBI: “Tenía la responsabilidad de estar a la altura. Me centré en mantener la calma y hacerlo con honestidad”, confiesa.
“En la primera escena de más contacto físico estábamos súper nerviosas. No porque fueran dos mujeres, sino porque era la primera vez que ellas dos daban el paso”, recuerda por su parte Patricia Vico. “Estábamos tan concentradas... las dos temblábamos. Nos implicamos muchísimo en esa historia porque queríamos que saliera bien, amábamos a nuestros personajes”, añade al respecto.
El colectivo LGTBI les abrió las puertas de par en par, y ellas entraron encantadas: “De pronto fui súper querida por un colectivo maravilloso y empecé a formar parte de una familia de la que no formaba parte hasta entonces. Subirme a una carroza del Orgullo fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida”, aporta la intérprete que dio vida a Esther. Hoy, tantos años después, su amor sigue siendo uno de los más representativos que ha habido en la ficción.