Las Tres Puertas se despidió este miércoles, 13 de abril, de TVE con unas emotivas palabras de María Casado mirando a cámara: “Todo lo que empieza, acaba. Abrimos Las tres puertas con ganas de escuchar y aprender. Hemos hablado de absolutamente todo de la alegría, la tristeza, la lucha, la pérdida, la ganancia, la derrota, los sueños... hemos reído y mucho, y alguna lagrimilla se ha caído”, decía refiriéndose a su llanto frente a Pedro Ruiz. Para acabar con un: “Así es este programa, como la vida”.
Y para este cierre de temporada, la presentadora escogió sentarse frente a Luz Casal, Malú, Antonio Resines y Paz Padilla. Con esta última, precisamente, habló de “despedidas” como la suya de Mediaset. Se trataba del primer contacto de la humorista con la televisión nacional desde que se marchó de Sálvame hace más de un mes. La expresentadora de Sálvame ha aparecido en varios programas de TV3, pero hasta ahora no había pisado ningún plató de las televisiones generalistas.
Paz confesó a Casado que es incapaz de “vivir sin humor” porque le “desengrasa, me quita las heridas, el miedo”, así como tampoco podría vivir sin amor. Sin embargo, aseguró que sin lo que podía vivir era sin la televisión:
“A mí la televisión me cambió la vida cuando fui a acompañar a mi cuñado a un casting, pero siempre he intentado tener los pies en el suelo. Tengo más amigos anónimos que famosos”. Momento en el que Casado le preguntó si había descubierto que fuera de lo catódico había vida, y la actriz respondió tajante: “Fuera de la tele está la vida y ahora soy trementadamente feliz. Estoy muy feliz. No me daba cuenta pero era esclava del trabajo y lo unico que te pertenece es el tiempo”.
Preguntada por lo que le ha dicho su gente sobre el despido: “La gente que me quiere me han dicho que '¡qué alegría!'. Sé que nunca me va a faltar trabajo, me da igual limpiar portales, ser Paz Padilla o repartir copas”, añadió.
Para acabar reflexionando que en una vida hay muchas vidas, que ella se ha caído y repuesto muchas veces. Que cuando se divorció aprendió a vivir sola con su hija, que al morir su marido aprendió a vivir sin miedo a la muerte, y ahora ha aprendido a vivir sola, totalmente.