El continuo señalamiento de Carmen Sastre, la consejera de RTVE a elección del PP, a sus profesionales y programas ha sido uno de los temas sobre los que ha tenido que responder José Manuel Pérez Tornero en su comparecencia periódica ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de control parlamentario de RTVE y sus Sociedades, celebrada en la Cámara Baja. El presidente de la corporación ha reiterado la “libertad de expresión” de todos los integrantes del Consejo, aunque a la vez ha defendido “discutir no a través de Twitter sino internamente” los asuntos referidos a la cadena.
El senador Antonio Martínez Rodríguez (PSOE) inquiría sobre esta cuestión al directivo por los ataques que en concreto dirigía la periodista “de forma reiterativa, infundada y obsesiva” contra La Noche en 24 Horas y su presentador, Xabier Fortes. Precisamente este ya denunció el “acoso diario” que sufría por su parte, y denunció que “miente igual que manipulaba cuando dirigía los informativos”
Al periodista gallego se le valoraba por su función como moderador del citado magacín informativo de Canal 24 Horas, algo que el responsable de la empresa pública agradecía: “Los periodistas tienen la misión de ser especialmente escrupulosos con la objetividad y su papel institucional. El señor Fortes creo que lo es”.
“No debemos marcar a las personas”
Antes de entrar a valorar la actitud de Sastre, Tornero recordaba que “el nombramiento del Consejo es hecho por el Parlamento”, y recordaba que una vez un consejero asume su papel como tal “tiene que cumplir su papel que es lo que manda la ley y olvidarse de partidismos”. “Es perfectamente defendible su ideología, su voluntad de transformar la televisión como quieran, pero no debemos marcar a las personas, hayan sido elegidas por uno o por otro”, agregaba, ante la vinculación de la persona por la que se le cuestionaba por el parlamentario.
Ahora bien, Tornero también incidía en la importancia de la confidencialidad de la labor, según el dictado de la ley de sociedad anónimas, y en su preocupación por el “incumplimiento” de esta máxima: “Nos pueden hundir filtraciones que dañan claramente no ya la reputación sino la supervivencia económica de la empresa”.
Insiste en “discutir no por Twitter sino internamente”
“Después está la libertad de expresión de cada uno, que tiene que ser protegida”, continuaba, recalcando que Sastre “incontestablemente está en su derecho de hacer” críticas por Twitter sobre RTVE. Recordaba en concreto los comentarios negativos sobre la audiencia de los programas de La 1, algo que los profesionales y compañeros de la casa le afearon recientemente; pero también que había rechazado las agresiones a reporteros de los servicios informativos durante la manifestación del campo del domingo 20. “Está en su libertad de expresión hacerlo”, repetía.
Esto daba pie a una valoración, donde el presidente de la corporación insistía en la importancia de la confidencialidad y del trabajo interno: “Si me pidiera cuál es el ideal del consejo, de funcionamiento y gobernabilidad, le diré que el respeto mutuo entre las instituciones: el respeto de los grupos políticos al trabajo y a la independencia profesional de los periodistas es básico; el respeto de los grupos políticos a la labor autónoma que tienen que hacer los miembros del consejo de administración; y también el respeto por parte del consejo de administración a la labor que hacen los partidos políticos en el seguimiento, vigilancia y control de lo que es una radiotelevisión pública. Si armonizamos todo esto, si somos capaces de discutir no a través de Twitter sino internamente, avanzar soluciones constructivas, creo que haremos un buen servicio a la ciudadanía”.