'Pesadilla en El Paraíso' mostró el “golpe de estado” de Steisy, fuera de sí entre gritos y con encierro
La concursante Patricia Steisy, de Pesadilla en El Paraíso, perdió los nervios esta semana en el reality de Telecinco. Esta situación provocó un “golpe de estado” que acabó con el actual capataz de la granja, Marco Ferri, encerrado en el patio. El desencadenante fue el malestar de Steisy por la dejación de las actividades de la casa.
La granadina encerró a su compañero y se atrincheró en la puerta del patio para no dejar salir al italiano. Un “golpe de estado” que no precisó de ningún apoyo por parte del resto de concursantes para llegar a ser ejecutado satisfactoriamente. “Asqueroso, come mierdas” le chilló la concursante al capataz una vez había logrado atrancar la puerta del patio para no dejarle ir hasta que lo considerase oportuno.
“Golpe de estado. De aquí no entra ni sale nada por esta puerta hasta que a mí me dé la gana” terminó declarando Steisy, quien también le prohibió a Israel Arroyo, a quien momentos antes también había increpado, coger su ropa que estaba al otro lado. “Poca vergüenza y mala persona”, gritaba el capataz desde el interior, mientras ya se había acomodado y decidió ponerse a barrer.
“Tengo un ejército aquí más gordo que toda España”, voceaba Steisy, señalándose sus partes íntimas. “No quiero bultos en mi casa y esta es mi casa”, gritó mirando a todos sus compañeros, que no daban crédito a lo que estaba sucediendo y afeaban su conducta. Todos excepto Dani García, que apoyó la anarquía que se estaba llevando a cabo. Mientras tanto, Israel siguió tratando de acceder al patio para coger su ropa. “Me das asco, te tengo manía”, le dijo a su compañera mientras fracasaba en su misión de llegar al otro lado.
La organización del programa no ha sancionado la actitud de la joven, y sólo sus compañeros de reality han condenado sus acciones. “Pierdes toda la razón”, le dijo Lucía Dominguín a la concursante en un intento de que esta recapacitase, y poco antes de que la granadina admitiera estar viviendo un ataque de ansiedad por lo sucedido.
Una vez liberado, Marco Ferri salió tranquilamente sin recriminar el comportamiento de su compañera. Actuó de forma educada y abandonó el patio pacientemente sin dirigirle una mala palabra, a pesar del infierno que se había vivido momentos antes en la casa.
