La dimisión de Boris Johnson como primer ministro de Reino Unido es inminente. En las próximas horas, el todavía líder de los conservadores británicos anunciará su renuncia tras ser forzado por los miembros de su Gobierno y su propio partido, que a base de dimitir en masa han llevado a Johnson a tomar una decisión que, hasta un día antes, no tenía pensado llevar a cabo.
La renuncia del líder británico ha sido adelantada en la mañana de este jueves por la BBC, que lleva días centrada en contar todo lo que acontece alrededor de Boris Johnson. En este sentido, el número 10 de Downing Street, residencia oficial del primer ministro de Reino Unido, se ha convertido en un escenario aún más relevante de lo habitual para la cadena pública británica y sus periodistas.
Entre ellos, Ros Atkins, protagonista junto a su compañero Tim Willcox de una de las anécdotas que ha dejado la cobertura informativa de la BBC News en las últimas horas. Atkins estaba en plena conexión informativa desde Downing Street cuando, de repente, desde realización quitaron accidentalmente su cámara y pincharon la de Willcox, que en ese momento estaba tan tranquilo en plató mirando el móvil con los pies encima de la mesa.
La voz de Atkins seguía escuchándose como si nada, pero Willcox se percató -o le avisaron- de lo que estaba ocurriendo y, de un respingo, se quitó las gafas, apartó el móvil y se sentó correctamente en su silla de presentador. Todo ello en cuestión de dos segundos, los que tardaron desde realización en subsanar el error y volver a pinchar la imagen de Atkins, que permaneció ajeno a lo que estaba ocurriendo en plató.
Por si fuera poco, esta fue la única anécdota que tuvo a Ros Atkins a uno de sus protagonistas involuntarios. El periodista estaba haciendo una entrevista cuando, de repente, la cámara de BBC se fijó en la presencia de Larry The Cat, el gato oficial del primer ministro británico. Una mascota que se mantiene pese a los cambios de gobierno y que, desde su llegada a Downing Street en 2011, ha hecho compañía a David Cameron, Theresa May y, ahora, Boris Johnson. “¿Estás pidiendo que renuncie, Larry?”, se animó a preguntar al gato uno de los presentes frente al 10 de Downing Street, colándose su voz en la entrevista de BBC.