El Gobierno fabrica en 'Polònia' a su manifestante 'Frankenstein' con todos los rumores: “Demasiada gente te odia”

Las protestas y disturbios nocturnos ocurridos el pasado fin de semana en varias ciudades españolas han tenido eco en Polònia de TV3, que ha parodiado con su toque particular las reacciones que han podido vivirse en el Gobierno a raíz de los altercados.

En el sketch, emitido este jueves, Pedro Sánchez (Pep Plaza), Carmen Calvo (Agnès Busquets) y Pablo Iglesias (Marc Rodríguez) intentan elaborar un perfil de los manifestantes para infiltrar policías y detenerlos. “Pero si está clarísimo, es la ultraderecha. No hace falta infiltrar policías, la mitad ya están ahí”, aporta el 'clon' del vicepresidente.

“¿No podría ser que hubiera movimientos sociales de izquierdas?”, propone la diputada del PSOE. “Carmen, hazte así... que te ha quedado un poco de discurso del PP entre los dientes”, le dice Iglesias. El presidente del Gobierno tampoco tiene muy claro el perfil que buscan: “Los de Vox dicen que son menas, pero ellos también hicieron un vídeo de Abascal montando a caballo como El Cid... así que no estaría mal coger sus ideas con pinzas”, aporta.

A continuación, los tres ponen sus miras en el sector cultural. “¿Sabes si Miguel Bosé tiene coartada?”, pregunta Calvo. “Podría ser gente de la cultura que están enfadados por haber perdido el curro”, reflexiona Sánchez. “Claro, por el cierre de los teatros”, dice Iglesias. “No, por el de los bares. La mitad ya trabajaban como camareros”, responde el líder del ejecutivo.

“La verdad es que no es fácil saber quién se manifiesta contra el Gobierno. Hay demasiada gente que te odia, Pedro”, acaba concluyendo el político de Podemos, mientras Carmen Calvo encuentra una solución: “Si no tenemos un perfil claro para infiltrar en las manifestaciones, lo mejor será hacer un popurri de gente: un poquito de mena, un poquito de nazi, un poquito de actor, una chispita de conspiranoico y una mijita de restaurador y antisistema”. “¿Y el toque de Susana Díaz?”, pregunta Pedro, que queda finalmente satisfecho.

Pablo Iglesias no se muestra convencido de la idea de sus compañeros en el Gobierno, y el presidente le invita a que le escriba su propuesta en un ordenador de juguete.