Han pasado siete años desde que 'Amiga 1' y 'Amiga 2' protagonizaron el cortometraje Pipas, dirigido por Manuela Burló Moreno. Su historia se hizo viral, triunfó en el Notofilmfest, que fue el punto de partida de su recorrido por festivales nacionales e internacionales con los que aterrizaron en nominación a los Goya. Por entonces no sabían que aquellas dos amigas sin nombre acabarían siendo Belén y H, ni que Marta Martín y Saida Benzal retomarían sus personajes, esta vez en formato de serie y para HBO. Por H o por B sería su título, que lleva decidido desde que en 2015 se propuso a la cineasta realizar una ficción con mujeres e inmediatamente entendió que había “llegado el momento de recuperar a estas dos chicas”. “Me gustaba el juego de las iniciales de las protagonistas”, comenta sobre el nombre del proyecto, “y esta expresión tan española de 'Por H o por B' no he ido a verte”.
Cinco años después, sus diez capítulos de media hora llegan a la plataforma este miércoles 22 de julio. Producidos por Globomedia (The Mediapro Studio) y Lacoproductora, la historia se ambienta ahora en el madrileño barrio de Malasaña donde se reencuentran, y tiene forma de “serie costumbrista”, como le gusta definirla a su realizadora. Hablamos con la artífice de las películas Rumbos y Cómo sobrevivir a una despedida sobre su debut en la pequeña pantalla; acompañada de las intérpretes de este relato embriagado de choques culturales, postureo, necesidad de encajar y una autenticidad que las tres defienden a ultranza. “Era fundamental que tuviera muchísima verdad, y que la comedia estuviera en las situaciones más que en ellas haciendo de estereotipos y personajes pasados”, comparten.
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Las protagonistas de 'Pipas' transitan en 'Por H o por B' del cortometraje a la serie, ¿qué os ha permitido explorar el hecho de continuarlo a través de este formato?
Manuela Burló Moreno: La serie permitía exponer y contar más el universo de estos personajes, de dónde vienen a donde van. Incluso sale el panadero Paco de Pipas. Me apetecía mucho ponerle cara a ese hombre que se fue con P de Pilar. Sobre todo, me hacía ilusión retomar la historia de estas dos amigas de la infancia y esta amistad a prueba de bombas. La serie arranca con su reencuentro después de haber estado cinco años separadas absurdamente por un malentendido, y ese reencuentro hace como si nada hubiera pasado. A partir de ahí, la serie daba cabida al abanico tan amplio del universo de ellas dos.
Saida Benzal: Son personajes muy ricos, con muchas esferas y capas. Para nosotras ha sido un goce trabajarlos así. Pipas no dejaba de ser un corto, los personajes no tenían ni nombre, eran 'Amiga 1' y 'Amiga 2'. Por ello, poder optar a desarrollarlos, con su verdad absoluta, más enriquecidos y pudiendo ver su evolución ha sido un lujo.
Marta Martín: Todo el que vio el corto hace siete años se preguntó qué fue de ellas, qué pasó con Paco, con sus vidas, a qué se dedican... La serie nos ha dado la oportunidad de verlo.
Mencionáis la verdad, que junto a la autenticidad son las claves de la serie. ¿Por qué era tan importante partir desde ese punto para contar su historia?
MBM: Me gusta trabajar el humor a través de la naturalidad. Era fundamental que la comedia tuviera muchísima verdad y que estuviera en las situaciones, más que en ellas haciendo de estereotipos y personajes pasados. Había un trabajo muy laborioso desde guion de que los diálogos sonaran muy cotidianos, y sobre todo de cara a la dirección de actores, era fundamental que todos estuvieran en el mismo tono.
Ya en el corto se trabajó de esta manera de “chicas, el texto decirlo como si nada, como si estuviéramos hablando del tiempo”, sin tener que enfatizar intenciones ni nada. Simplemente desde muchísima verdad. El código era primordial marcarlo desde ahí. Siempre lo defino como una comedia costumbrista en la que simplemente hago un retrato de dos universos. Ese era el mayor objetivo. Y es una serie que tiene corazón, independientemente de que pueda sacar una carcajada en un momento determinado, esa misma sonrisa se te puede congelar. Era fundamental el tono para trabajar lo agridulce de la serie.
Más allá del ingrediente de comedia, son dos personas que tratan de buscar su sitio en Madrid, tarea a priori
MM: Las redes sociales juegan mucho ahora. Son las que van marcando lo que tienes que hacer, cómo tienes que salir en las fotos, lo que tienes que llevar para poder encajar en la sociedad. Lo que es “normalidad”. Y luego te toca a ti ver si tienes personalidad y garra para seguir siendo tú, y aun así encajar o no. En la serie se juega con eso, en que eres un pez fuera del agua, pero de repente tienes algo que te hace encajar. Y de repente no. Esa especie de límite entre el bien y el mal.
SB: Es una línea tan, tan delgada que no se sabe bien ni si quiera cuando la pasas. La que decide que seas una hortera a de repente la más moderna y que todos te admiren. Nuestros personajes intentan sobrevivir en ese barrio y encajar, que lleva a hablar de ese mundo de las apariencias y disidencias tanto económicas como culturales, pero que en el fondo todo es igual. Todos tenemos los mismos sentimientos, inseguridades, etc.
MBM: Algo que me fascina de Malasaña es la velocidad a la que cambia, va más rápido que Google. Un día un local es una heladería y al día siguiente es una tienda vintage y a la siguiente, una cafetería. Pasó localizando: quería rodar una tienda que me encanta y al llegar la habían cambiado por una de gafas de sol. Cambia eso, cambian las modas, cambia todo. Por H o por B se escribe en 2015, cuando una chica con la estética de ellas dos sería una choni de manual con carnet. Ahora en 2020, con el universo trap, Rosalía y demás, eso es cool y moderno. El límite es tan sutil que estar en un lado o en el otro y mantener el equilibro es tela marinera en estos tiempos.
¿Por qué procesos ha pasado la serie desde que naciera el proyecto en 2015 a su estreno en 2020?
En 2015 fue cuando opté por recuperar a H y Belén, fue un año de proceso, de biblia, de saber qué quería contar. Le siguió un año de venta intentando moverlo y en 2017 llegó HBO. Cuando ocurrió, entendí todo, que hasta el título encajaba. No había margen de error [las letras de su nombre coinciden con las de la plataforma]. Ha sido un sueño hecho realidad, porque he crecido con su infinidad de series maravillosas, como Sexo en Nueva York y Girls. Entre 2017 y 2019 que rodamos, ha habido un proceso laborioso de trabajo de guion con el equipo de HBO. Eso sí, el objetivo es que el espectador pase un buen rato y lo disfrute, y más en estos tiempos en los que tanto se necesita.