De las cinco parejas de Casados a primera vista una de ellas ya ha puesto fin a su matrimonio: Tamara y Álvaro.
El joven, desde que la conociera en el altar, nunca había disimulado la poca química que sentía. Ella, en cambio, había intentado por todos los medios hacer saltar alguna chispa.
La noche de bodas también mostró la frialdad de Álvaro al no sentirse nada atraído por la esposa que había escogido el programa para él.
Pero la decisión definitiva llegó en la cuarta entrega del programa cuando ella usó el último cartucho para seducirlo. Se puso en manos de unas maquilladoras y peluqueras profesionales para que le sacaran el máximo partido a su físico.
Álvaro, a Tamara: “Creo que entre nosotros no hay absolutamente nada”
Una vez estuvo arreglada tuvo una cita con su marido y, aunque esperaba deslumbrarlo, ocurrió todo lo contrario. Álvaro siguió igual de frío y se sinceró con ella: “Creo que entre nosotros no hay absolutamente nada. Contra lo que siente mi corazón mi cabeza no puede luchar. No te quiero engañar y decirte que lo voy a intentar porque no lo voy a hacer”.
Tamara le recriminó su comportamiento cariñoso el día de la boda si ya no sentía nada: “No me parece muy lógico por el comportamiento que tuviste el día de la boda. A mí me has descolocado un montón. Yo quería intentarlo para ver si llegábamos a algo”.
A lo que él le respondía que le dolía “un montón haber actuado así porque creo que me equivoqué pero no puedo hacer nada más”.
Ella, en los totales se derrumbaba y confesaba: “Me siento como un maldito trapo. Esto ha llegado a su fin, lo respeto y ya está”.
Él hacía lo mismo frente a cámaras: “He preferido tirar la toalla antes que tirarme por un puente. Tamara me produce desgana y la convivencia se me estaba haciendo insoportable”.