En el estreno de la quinta temporada de Got talent, además de actuaciones sorprendentes, con más o menos acierto, hubo una que destacó por encima del resto y se llevó el pase de oro: la de la Asociación Na na.
“Somos niños y niñas que viven en centros de acogida de Melilla” empezaron diciendo para explicar la historia que había detrás de la coreografía que minutos después presentarían.
Con una frontera dibujada en el rostro, continuaron: “Hemos venido a enseñar a todo el mundo que somos buenas personas aunque hayamos nacido en otro país y que todos tenemos derecho a luchar por nuestros sueños y conseguirlos”.
“Queremos romper estigmas sobre los MENAS”
Tras esa presentación que ya emocionó a los presentes, hicieron una coreografía que reflejaba las duras situaciones que habían vivido y aún sufren.
Relataron que muchos son abandonados en la frontera de Marruecos con España, cruzando como pueden y sorteando peligros para conseguir hablar con la policía de nuestro país y ser trasladados a un centro de acogida.
La profesora explicó que al trabajar con estos niños “presentan un fuerte comportamiento defensivo, baja autoestima y tristeza. Intentamos hacerles ver que se puede luchar por los sueños”.
Y añadía que “llegar hasta aquí es una oportunidad para visibilizar y sensibilizar para romper estigmas que vemos en las noticias sobre los MENAS, ellos se sienten que se los insulta, que se les tacha de ladrones, sufren bullying y vamos a dar el mensaje de que paremos esto ya”.
Tras la actuación y el discurso, los cuatro coaches pulsaron el botón dorado que llevaba al grupo a la semifinal.