Daenerys, Rue y Maeve: ellas han sido las protagonistas de 2019

Elegir a los protagonistas del año es una tarea no apta para indecisos, pero llega el final de 2019 y es inevitable hacer balance de lo vivido, recopilar las series y películas que hemos visto, los libros que hemos leído o los discos que hemos escuchado. Pero más allá de los títulos, ¿qué pasa con los rostros? 2019 también ha sido un año de personajes, que son los que llevan a cada producción a erigirse como mayores o menores éxitos, y que los intérpretes ponen en valor con su mejor o peor hacer. Por ello, para cerrar el año, hemos querido quedarnos con ellas, con las mujeres que han copado las pantallas en este potente lustro.

Eso sí, hemos optado por destacar sólo a las protagonistas de ficciones que han visto la luz este 2019, sin contar las segundas, terceras o cuartas temporadas de otros proyectos que hayan sido igualmente estrenadas. A excepción, eso sí, de Daenerys. Ya que el final de Juego de Tronos puso en evidencia la soledad y traiciones que poco a poco la fueron llevando a acabar prendiendo fuego Desembarco del Rey, nosotros no hemos querido dejarle de lado y hemos apostado por reconocer sus méritos. Aunque haya terminado sumida en la enajenación que había caracterizado a sus antepasados Targaryen, merece igualmente reconocimiento en este podio de nombres y apellidos, femeninos. Sabemos que ha habido más, y que esta lista no será plato de gusto de todos. Por lo que esperamos con expectación vuestras sugerencias en el apartado de comentarios.

La Rompedora de Cadenas, la Madre de Dragones. Aunque su final fue de los más comentados, por cómo muchos defendieron que su destino masacrador se había anticipado durante toda la serie, otros tantos consideraron que no le hacía justicia, y también los hubo que creyeron que Daenerys (Emilia Clarke) sería la Targaryen que se desmarcaría de la estela de su padre, el Rey Loco, y demás ascendientes que no se caracterizaron por ser especialmente cabales.

Aun así, es indiscutible que ha sido la gran protagonista de la última temporada de Juego de Tronos, que en este 2019 ha puesto su punto y final. Da igual lo mucho que menospreciaran su inestimable ayuda en la Batalla de Invernalia, siendo Jon quien se llevó los elogios por haber sido capaz de volar un dragón, como si nos hubiera traído ella y no llevara toda la serie dominándolos. El desenlace de la ficción estuvo marcado por su giro esperado -o no- de guion y es sin duda, la reina de uno de los mejores capítulos que ha visto la televisión, el quinto de la última tanda, con su fuego arrasando, para siempre, Desembarco del Rey.

Esta lista pretendía contener una serie de nombres y apellidos pero, en el caso de Vida perfecta, la ficción creada por Leticia Dolera cuesta mucho decidirse entre sus tres personajes principales, interpretados por la propia Dolera, Celia Freijeiro y Aixa Villagrán. Tres mujeres muy diferentes, humanas, imperfectas, divertidas, que se cuidan, apoyan y entienden. Son tres supervivientes de presión que generan las expectativas, retratadas de forma fiel, honesta y sincera.

La serie aborda de su mano temas como el sexo, la maternidad y la discapacidad. Con una mujer embarazada a la que acaba de dejarle su novio con el que iba a casarse y comprarse una casa, otra que ya es madre y se da cuenta de que serlo “perfecta” no le llena, y una tercera que todavía no ha encontrado su sitio. Su crisis vital en plena treintena las atraviesa y confunde, “víctimas” del lastre en el que se convierte la proyección que tenemos -o nos inculcan- sobre nosotros mismos. La serie, por cierto, contará con una segunda temporada en Movistar.

Una habitación propia de Virginia Woolf, La campana de cristal de Silvia Plath o Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie. Son tres de los libros en los que Maeve (Emma Mackey) invierte su tiempo en pasillos, parques y bibliotecas de Moordale, el instituto de Sex Education, una de las series del año de la que Netflix estrenará su segunda tanda de episodios el próximo 17 de enero.

Maeve es una tía inteligente, se acuesta con quien le da la gana y es capaz de ver la oportunidad de negocio en el “talento” de su amigo Otis para ejercer de terapeuta sexual entre los compañeros de clase. Se busca la vida porque vive sola en una caravana y escribe tan bien que se ha ganado una beca para poder estudiar en la universidad. Tiene un carisma implacable, conquistando con su carácter duro y tierno a la vez.

Ya lo dijo su intérprete, Candela Peña, en una entrevista con Vertele: “No se escriben personajes así, de una tía en los 40 que se sale del canon”. Y es precisamente por eso por lo que esta jueza, protagonista de Hierro, merece ser reivindicada. Una mujer llena de energía, dispuesta a luchar hasta el final para descubrir la verdad. La magistrada es enviada a la isla que da título a la ficción, como castigo por su comportamiento heterodoxo. Nunca había recibido una sanción tan dura y eso hace que sienta la isla como una prisión.

Allí lidera una investigación que apunta a un sospechoso que todos creen culpable, pero no por ello desestimará cualquier otra opción. El personaje valió a su actriz el Premio Ondas a la Mejor interpretación; y ha convencido y gustado tanto, que se ganó también la renovación por una segunda temporada.

Rue es la protagonista absoluta de Euphoria, el retrato “visceral y honesto” sobre los adolescentes de hoy, que tienen en el personaje interpretado por Zendaya a su máximo exponente. Unos adolescentes, por cierto, que parecen no tener rumbo ni aire, y a través de los que se sirve polémica en bandejas de sexo y drogas. Las segundas son precisamente el gran problema de nuestra elegida, sobre la que se han elaborado diferentes teorías tras el desenlace de la serie, aunque habrá que esperar al estreno de su segunda temporada, aun sin fecha, para comprobarlo.

La joven de 17 años drogadicta y con depresión crónica se ha ganado el aplauso del público, para la que todo cambió al conocer a Jules (Hunter Schafer), otra chica nueva en el pueblo tras el divorcio de sus padres, que igual que Rue trata de encontrar su sitio.

Las protagonistas de Señoras del (h)AMPA son sin duda de las mujeres y madres más macarras, imperfectas, realistas y divertidas del año. Lideradas por Mayte, a quien encarna Toni Acosta, se enfrentan al asfixiante día a día que implica tener que llegar a todo; trabajar, cocinar, hacer la compra, tener vida sexual, ocuparse de la casa y, en este caso, esconder un cadáver. Mayte se equivoca, hace grupo, apoya a sus amigas y, para ello, corre a todas partes. Su empleo: vender robots de cocina.

La dificultad de la conciliación queda con ella en evidencia a través de la serie de Mediaset, que también tendrá continuación. ¿Qué se esconde detrás del disfraz de la maternidad? Esta es la gran pregunta que responde la ficción, a través de las cuatro mujeres que unen fuerzas para combatir la batalla diaria que implica ser quienes ellas son. Perdiendo además, cuando toca, la sonrisa, que no la energía. Para los que os hayáis perdido la serie, por cierto, está disponible en Amazon Prime.

Un personaje que va “a saco”. Así lo definió su intérprete, María Pujalte, en una entrevista con Vertele. La nueva profesora de filosofía del spin-off de Merlí -ya disponible en Movistar-, es una mujer con mucho carácter, un discurso muy armado, muy inteligente y con mucha cabeza. Todo al tiempo que atraviesa un momento vital malo, pero que no por ello ahoga su brillantez.

María se convierte en el nuevo referente de Pol en su llegada a la universidad, una catedrática en ética muy cañera que tiene como objetivo despertar las conciencias de sus alumnos animándoles a que tengan un pensamiento crítico, a que reflexionen. Le apasiona dar clase y valorar lo suficiente a sus alumnos como para no tratarles como críos. Es borde, sarcástica y pero a la vez tierna y mantiene un vínculo muy especial con su hija Laura, que tiene síndrome de down.

Sí, no se le pone nombre en toda la serie, pero es la protagonista femenina de la serie creada por Isabel Coixet para HBO, Foodie Love. Un personaje que ha valido para que Laia Costa haya aceptado regresar a trabajar a España de la mano de la cineasta catalana. Es una mujer con una herida muy profunda dentro, que se va desvelando a lo largo de los ocho capítulos, pero eso no impide que sea genuina, divertida, una amante de la comida, del buen gusto, de las películas en blanco y negro y, un poco también, del amor.

En un momento determinado de la ficción, le dice a su par masculino, con el que va compartiendo citas en diferentes restaurantes, bares y cafeterías, que se hizo una promesa bastante sencilla, pero también bastante eficiente: “No perder cinco minutos más de mi vida escuchando quejas estúpidas por problemas estúpidos”. Ella, una mujer que reivindica el sexo, la cocina y las relaciones, a fuego lento.

La agente Blake era una de las justicieras originales del cómic, conocida como Espectro de Seda II. Interpretada por Jean Smart, es ahora una agente del FBI. El personaje con el que el que la serie demuestra con excelencia haber dado un paso adelante respecto a la novela gráfica, en lo que a la representación de la mujer se refiere.

Si en él, esta superheroína, que en realidad no quería serlo, vio como su protagonismo quedaba supeditado a sus relaciones amorosas, aquí es presentada como alguien completamente diferente. La agente Blake es en la ficción una policía con carácter, segura de sí misma e incluso vacilona. Se ha convertido en una auténtica jefa, en la mejor descubriendo a superhéroes enmascarados, acaparando un poder que hasta ahora no habíamos visto en ella. Ha pasado de ser uno de los personajes menos interesantes del cómic a uno de los mejores de la serie.

La premisa de El Embarcadero, además de contar con el sello de los creadores de La Casa de Papel (Álex Pina y Esther Martínez Lobato), era cuando menos, sugerente. Dos mujeres totalmente opuestas, encarnadas por Verónica Sánchez e Irene Arcos, ven cómo sus caminos se ven obligados a cruzarse tras la muerte del hombre con el que ambas mantenían una relación. La necesidad de la primera de ir a buscar la razón por la que su esposo se alejó de ella y se enamoró de otra mujer tan diferente, es lo que hace que se encuentren.

Son dos mujeres que evolucionan mientras van descubriendo sus identidades. El sentimiento de pérdida les une, pero no son igual de sinceras y, el giro con el que cerraron la que fue la primera temporada, terminó de confirmarlas como dos personajes complejos y adictivos, que tejen una telaraña de emociones incombustible.

Netflix apostó por abordar a través de su miniserie de ocho capítulos Creedme, el caso real que dio lugar a la investigación periodística ganadora de un Pulitzer. Marie Adler (Kaitlyn Dever) es la protagonista. Una joven víctima de una violación y que acude a la policía a denunciarlo. Ella, que podría ser cualquier otra mujer en su misma situación, tiene que demostrar que dice la verdad sin tener más prueba que su voz, y contando con unos interrogadores que -cómo no- sospechan que miente.

¿Una situación de rabiosa actualidad? Por desgracia sí, no en vano se trata de una historia real que sucedió entre 2008 y 2011 en Estados Unidos, y que a la vez no se limita a narrar un único suceso aislado. Su puesta en valor de la necesidad del “yo si te creo, hermana”, le hacen entrar por la puerta grande de esta lista.