Televisión pública

El primer paro en la huelga de los medios públicos gallegos obliga a modificar la programación de la TVG

“Hemos superado nuestras expectativas”. El comité intercentros celebró el éxito de la primera de las jornadas de paro convocadas en la CRTVG contra el “desmantelamiento” y la “manipulación” en los medios públicos gallegos. Docenas de trabajadores se movilizaban ya a las 12.30 horas a las puertas de la sede en Santiago en el que era el inicio del primero de los paros de dos horas, que provocó que la TVG se viese obligada a modificar su programación habitual. A la hora en la que debería estarse emitiendo el programa matinal A Revista, la televisión repuso el programa A xantar! sobre las bondades de los chiringuitos playeros y de su cocina en verano, y el especial sobre la boda de Marta Ortega, hija del fundador de Inditex.

Mientras se emitían estos dos programas, un mensaje advertía cada poco de que se estaba emitiendo una “programación diferente a la habitual debido a la convocatoria de paros”. La Radio Galega mantenía su emisión normal durante esas dos horas, hasta las 14.30, en las que duró ese primer y “exitoso” paro, tal y como reconocía el comité, que había advertido de de que los “abusivos” servicios mínimos podían impedir que el impacto de la huelga se notase en la programación. Pero sí se ha notado, finalmente, tras un seguimiento que los convocantes de la huelga cifran en el 80%.

A pesar de ser cuestionados por Praza.gal, fuentes de la dirección de la Corporación no han ofrecido todavía datos oficiales del seguimiento de la huelga ni han hecho valoración alguna sobre unos paros de dos horas que continuaron.con un apoyo semejante durante el turno de tarde y de noche.

Con todo, si no hubo un impacto y visibilización mayor ha sido “precisamente”, denuncian desde el comité, porque la CRTVG “ha burlado el derecho a la huelga emitiendo los informativos a través de piezas elaboradas por una productora externa”, algo que, dicen, “está prohibido por ley” y será una de las cuestiones que “tendrán que dictaminar los juzgados”. “Eso ha molestado mucho al personal movilizado”, aclaran, tras mostrar su “satisfacción” por la importante respuesta de los trabajadores, “acorde a la agresión que sufren los medios públicos”.

Parte de la plantilla de la CRTVG recorrió también los aledaños de su sede compostelana tras una pancarta que clamaba “por una radiotelevisión pública al servicio de Galicia” y con carteles que pedían la dimisión de la directora de informativos o del director general y que solicitaban a los gestores de los medios públicos que “no precaricen, privaticen ni manipulen” una empresa que ha pasado de los 1.200 trabajadores de hace una década a los algo más de 900 de la actualidad.

Nueve jornadas de paros

Son unas 950 personas, entre fijas y eventuales, las que están llamadas a la huelga. Serán paros parciales de dos horas en seis días de noviembre y otros dos de diciembre, además de un paro general de 24 horas convocado para el 19 de diciembre. El personal de la CRTVG da un paso más en las protestas en un ambiente de movilización marcado por los viernes negros contra la manipulación informativa, que ya acumulan veintiséis semanas. La huelga que comenzó este martes lo hizo sin acuerdo entre empresa y trabajadores sobre los servicios mínimos,que han sido recurridos por el comité intercentros.

La dirección de la Corporación pública ha intentado conseguir desconvocar la tabla reivindicativa de la plantilla mediante una negociación previa. Estas reivindicaciones son secundadas también por el colectivo Defiende a Galega, que las apoya como “cualquier otra reivindicación que afecte a la calidad del servicio público” en la CRTVG, “pero entiende que son los sindicatos los que deben llevar la voz de las movilizaciones que convocan”.

El comité pone el acento en la necesidad de “recuperar la producción propia interna” con programas informativos, de debate y entretenimiento producidos internamente, así como el “regreso” de un formato contenedor semejante al Xabarín para el público infantil o la “recuperación de las conexiones en directo en los servicios informativos”. Negociaciones para una mejor “dimensión” del plantel o el fin de la “utilización fraudulenta de la contratación en prácticas” son otras de las demandas laborales en una huelga en la que la “erradicación de la manipulación informativa” y el cumplimiento íntegro de la ley de medios del año 2011 es también reivindicación de cabecera.

A las exigencias del personal se incorporaron dos aspectos relacionados con las movilizaciones contra la manipulación. El comité pide el “fin de la política represiva” mediante el “archivo” del expediente disciplinario abierto al locutor Carlos Jiménez y la “reparación pública del daño causado” a la periodista Tati Moyano con el expediente que se le abrió, archivado el pasado octubre. Solicitan, además, la “apertura de una mesa paritaria” para “aclarar e interpretar las normativas” en las que el área de Recursos Humanos basó ambos expedientes.

La empresa, por su parte, niega la existencia de tal “política represiva”. Además, agrega que “no está de acuerdo en la diagnosis de manipulación informativa”, según relata el comité, y “niega su existencia”. La dirección añade que no tiene competencias para la creación de unos de los órganos contemplados en la propia ley, el Consejo de Informativos, porque depende del Consejo de Administración, órgano de seis miembros con mayoría de representantes designados por el PP.