'¿Quién quiere casarse con mi hijo?' celebró su final con un inesperado giro, varias calabazas y tres triunfos del amor

Luján Argüelles, en la ceremonia final de 'QQCCMH'

Redacción verTele

Cuatro echó este lunes el cierre a la sexta edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?. El programa presentado por Luján Argüeles celebró su ceremonia final, que deparó tres triunfos del amor, unas sonadas calabazas y un giro de guion que nadie se esperaba. Todo ello, en el desenlace de la que ha sido la temporada menos vista de la historia del formato nacido en 2012 en el segundo canal de Mediaset.

La última entrega del dating show ha registado, como hemos recogido en nuestro análisis de audiencias, un flojo 5% de share y 329.000 espectadores. Un frío adiós para una fría edición, que se despide por la puerta de atrás, promediando un 4.8% de share y 354.000 espectadores. De esta forma, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? pierde 3.3 puntos de cuota de pantalla y 663.000 televidentes respecto a la última entrega del programa, emitida en el año 2017.

En su final, tras un tiempo conociendo a sus posibles parejas, llegó la hora de la decisión definitiva. Los cinco solteros protagonistas tuvieron que elegir entre sus pretendientas y pretendientes. En la ceremonia, oficiada por Luján Argüelles, todos ellos comunicaron su elección acompañados, como no podía ser de otra forma, por sus madres.

'¿QQCCMH?' vive tres finales felices...

Por un lado, el reality vivió tres triunfos del amor. Primero con Christian, que eligió a Irma ante la atenta mirada de su madre, Begoña. La pretendienta, que creía “estar cumpliendo en sueño”, le correspondió y ambos acabaron entre besos y abrazos, con la presentadora muy emocionada.

No tan claro lo tuvo Rubén, que compartió sus dudas hasta el momento de la decisión final. El soltero, que tenía a Andy y Fernando como finalistas, se terminó decantando en el último suspiro por el segundo, ante el que decidió declararse: “Quiero empezar o terminar esta aventura contigo”, le dijo antes de fundirse en un apasionado beso.

Los finales felices se completaron con la ceremonia de Erik, que se mostró muy seguro a la hora de elegir a Camelia. “No pensaba que en tan poco tiempo se pueda querer tanto y tan rápido a alguien”, dijo ella, confesando estar muy enamorada. “En tan poco tiempo hemos tenido una conexión muy fuerte”, secundó el hombre. “Mi madre es mi madre. Así que mamá, vas a tener que preparar arroz para uno más porque me voy con Camelia”, sentenció entre aplausos.

...unas calabazas y un inesperado giro

En la otra cara de la moneda, la final de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? tuvo su dosis de amargura. En concreto, la que vivió Alejandro a la hora de decidirse por Natalia. La joven, que reconoció que la experiencia había sido “bastante dura”, paró la ceremonia para decir unas importantes palabras.

“Quiero decir una cosa. Todo lo que siento es muy real, pero no hemos empezado de la mejor manera. El amor no te hace sufrir ni te engaña, el amor es sincero. Y eso no lo he sentido así. No creo que haya sido el mejor inicio para una relación sana y ahora mismo no puedo irme así contigo”, declaró, dejando a todos sin palabras.

“Yo creo que hay que luchar en la vida, si esperas que fuera de aquí hablemos, obviamente a mí me has hecho polvo, tu decisión es para siempre, que lo sepas”, le reprochó Alejandro, muy enfadado.

Finalmente, Sequera dio la sorpresa en el momento en el que todos esperaban que decidiese irse con Marta. En el momento de coger el anillo, Sequera se giró y se lo puso a su madre: “Creo que tengo que respetar lo que siento. Mi decisión es mi madre. Te amo, eres el amor de mi vida”, explicó, dejando plantada a su pretendienta. “No me lo esperaba. Pensaba que se iba a venir conmigo porque a su madre ya la tiene toda la vida. Si te arrepientes, ya no estaré”, dijo decepcionada.

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