El cantante Raphael visitó El Hormiguero para presentar su nuevo trabajo: un CD doble titulado Raphael 6.0 en concierto. Con este álbum, que cuenta con sus últimos conciertos en Madrid, celebra sus 60 años sobre los escenarios españoles y extranjeros, y contó diversas anécdotas de sus inicios en otros países.
A propósito de su carrera internacional, el presentador del espacio de Antena 3 le preguntó acerca de su primera actuación en el Madison Square Garden, en Nueva York: “Me imagino que la primera vez estarías acojonado”. Sobre esta gran experiencia, el cantante no dudó en contar una anécdota, entre risas.
El artista iba acompañado de su representante, su manager y su hermano cuando estaba ensayando. Se interesó entonces por saber cuántas entradas había vendido del gran estadio: “¿Cómo está esto?”. A ello, le contestaron que estaba 'sould out' (todo vendido) y él entendió “desolao'”: “Yo entendí desolao', cosa que entendía porque era la primera vez que iba a Nueva York”, explicó con humor el invitado.
“En vez de intérprete te pusieron espía”
Era la primera vez que el artista iba a Nueva York, y Pablo Motos le preguntó acerca de cómo fue posible que llenara el estadio de 48.000 espectadores la primera vez que iba, a lo que Raphael le contestó hablando del peso del habla hispana en el país norteamericano: “No sabes la de gente latina que hay en Estados Unidos. Ten en cuenta que 'Yo soy aquel' fue un himno a nivel...De elecciones, donde la gente decía: ”Yo soy aquel al que tienen que votar“”.
“En Rusia aprendían español para poder cantar tus canciones”, le recordó el presentador, sobre su impacto también en dicho país. “Yo tengo un premio muy bonito de la universidad de Moscú que viene a decir: ”A Raphael, quien desde que es conocido aqui, hay un 60% de estudiantes de español“”, explicó el cantante, quien señaló que todos los trabajadores de las profesiones orientadas al turismo en Rusia hablan español “por mi culpa”.
Pablo Motos le sacó a colación que, con sus primeras visitas a la URSS, le pusieron espías en lugar de intérpretes. Raphael explicó sus sospechas, pero recalcó que “eso nunca se va a saber”: “No había relaciones diplomáticas con España, y fue en mi tercer viaje o cuarto cuando hubo embajador. Muchos presidentes venían a verme, y siempre he tenido la duda de por dónde me estaban escuchando. Me han respetado mucho, no me he sentido espiado”.