El debate 'cara a cara' de Atresmedia se ha caracterizado por el tono bronco que en su mayor medida ha tenido entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
A pesar de que ha habido una “autogestión bastante generosa” de los tiempos por parte de los propios políticos y se “ha ido equilibrando perfectamente la utilización del tiempo”, desde los primeros minutos de este único encuentro entre el presidente del Gobierno y candidato a la reelección y el líder de la oposición se han sucedido las interrupciones y los desencuentros que han llevado a que tanto Ana Pastor y Vicente Vallés, como moderadores, hayan tenido que llamar al orden con cierta frecuencia. Y, cabe decir, con escaso éxito.
Así ha sido especialmente durante la segunda media hora de este debate de 100 minutos que se ha podido ver en Antena 3 y laSexta, así como en Onda Cero. De hecho, las intervenciones de ambos para introducir temas se han ido espaciando cada vez más, siendo más habituales los intentos por “arbitrar”, mientras los contendientes parecían tomar las riendas, autogestionando el discurrir de la noche y sacando a menudo a colación la política de pactos de uno y otro, algo que en inicio debía estar acotado al tercero segmento.
“Si hablan a la vez no se escucha”
Al final del bloque inaugural, el dedicado a la economía, los problemas para Pastor y Vallés se hacían evidentes. Ninguno lograba cortar a Feijóo, mientras Sánchez también rebatía sus últimos argumentos. “Señor Feijóo y señor Sánchez, tenemos que cambiar de bloque”. No obstante, en el citado bloque la tensión se incrementó cuando Alberto Núñez Feijóo reprochaba al Gobierno las liberaciones por la ley del “solo sí es sí”. Cuando el popular le acusó de “dividir con la igualdad”, Sánchez ironizó con que “el mejor pegamento para unir a este país es el de Vox”, lo que derivó en un desencuentro en torno a los pactos de gobierno antes de su bloque correspondiente.
“Señores, los pactos... Los pactos forman parte de uno de los bloques... Les preguntaba por la violencia de género”, tenía que recordar Pastor. Con el tema reencauzado, Sánchez reprochó a Feijóo de “contemporizar” con quienes niegan la violencia machista y acusó al PP de “claudicar ante el machismo con vergonzosos acuerdos de gobierno”.
“Si hablan a la vez no se escucha”, tenía que intervenir de nuevo Pastor, cuando surgía el desencuentro en torno al Pacto de Estado contra la Violencia Machista. “Están gestionando bastante bien los tiempos...”, intervenía la periodista, antes de ser nuevamente interrumpida ante la discusión.
“Señores, vamos a intentar que no se interrumpan”
Sánchez y Feijóo continuaban a la gresca y acababa llegando hasta la mención a las recientes entrevistas televisivas de ambos. “Esto no es el programa de El Hormiguero. Déjeme hablar”, llegaba a espetar Feijóo a Sánchez, que replicaba: “Sea empático con las mujeres que sufren violencia de género, y no salte a El Hormiguero”.
A partir de ahí, el presidente siguió su alocución pese a que Vallés y Pastor le pedían silencio. “Presidente Sánchez, atienda a los moderadores un segundo, por favor”, repetían en hasta tres veces.
Escasos instantes después, era a Feijóo a quien se llamaba la atención cuando, en respuesta a los comentarios sobre la retiradas de banderas LGTBI en ayuntamientos, comenzaba a propugnar el respeto por la bandera de España. “Señores, vamos a intentar que no se interrumpan”. A continuación, de nuevo, una llamada de atención de Pastor a Sánchez se repetía: “Vamos a dejar terminar el turno de palabra a Feijóo. Porque si hablan a la vez, la gente en casa no escucha”.
“No sé si no nos oyen bien, o si no nos escuchan”
Dado que la conversación volvía a virar hacia los pactos, estando todavía en el bloque previo, Pastor volvió a tomar la palabra: “Está bien que se interrumpan entre ustedes, si así lo consideran. Pero tenemos más preguntas”. Y añadía a continuación que el tiempo del bloque de igualdad y política social se había consumido casi por completo.
Hubo tiempo para hablar de Sanidad pero también para que Feijóo recurriese al asesinato de Miguel Ángel Blanco hace 26 años por la banda terrorista ETA para evitar responder sobre sus pactos con Vox. “Señor Feijóo y señor Sánchez. No sé si no nos oyen bien, o si no nos escuchan. Es un matiz importante”, advirtió Pastor antes de una pausa para la publicidad.
Feijóo a Sánchez: “¿Pero es usted el moderador?”
Tras esta acotación de la presentadora, el tono pareció mesurarse durante algunos minutos. Aún así, el bloque de pactos también requirió de que Vallés y Pastor tuviesen que marcar el orden de intervención de forma más rotunda y el tono comenzara a elevarse progresivamente.
Eso llevaría, también, a que el equilibrio de tiempos que fue norma durante la noche se fuera perdiendo por momentos. Así, Pedro Sánchez comenzó a pedir intervenir para responder, por alusiones, a Feijóo cuando este sacó a colación a EH Bildu y ERC. “¿Pero usted es el moderador?”, le recriminó este último al socialista. En ese momento, sin embargo, el cronometro del popular estaba tres minutos por encima de su par.
Al final de este polémico bloque de pactos aún necesitaría de una intervención de Vallés, para recordar a Feijóo que el cierre le correspondía a Sánchez. “Si habla usted ahora 30 segundos, le tendremos que dar la palabra a Sánchez. Si quiere hacerlo así, lo hacemos así”, dijo el presentador de Antena 3 Noticias antes de, en efecto, cederle un turno extra al gallego. Aún con todo, este se excedió en los segundos que se le habían puesto a disposición.
El último segmento, el de Políticas de Estado, Institucionales e Internacional, ha mantenido las dinámicas, hasta el punto de que Pastor, justo antes del segundo y último parón de publicidad, repitiera que “oír y escuchar son palabras diferentes”.
Como comentábamos, el tiempo de ambos candidatos, medido por oficiales de mesa de la ACB, concluyó con una escasa diferencia: Sánchez empleó 53 minutos y 31 segundos, por 53 minutos y 46 segundos de Feijóo antes del minuto de oro definitivo para cada uno.
Ahora bien, más allá de ese reparto equitativo, queda la duda de cuánto se ha transmitido de sus programas ante las dificultades para poner sobre la mesa materias como sanidad y educación pública, ante lo enmarañado del debate y la falta de claridad que ha quedado en lo televisivo. Algo que desluce esta única oportunidad -recordemos que el PP rechazó la oferta de cara a cara de RTVE- que tenía el electorado para ver a los dos principales candidatos y conocer sus programas y bazas para el 23 de junio.