Crítica
'Relatos con-fin-a-dos' sorprende a base de giros como la gran inspiración del coronavirus
Amazon Prime Video ha estrenado este viernes Relatos con-fin-a-dos, una de las series que ha inspirado el confinamiento por el coronavirus, pero que pretende y logra ser diferente a las demás a base de dar libertad a sus guionistas y directores en cómodos capítulos de 20 minutos de duración.
Teniendo en cuenta que es una serie producida por Morena Films (como Diarios de la cuarentena en TVE), que parte de una idea original de Álvaro Longoria (como Diarios de la cuarentena en TVE) y que obviamente se basa en la realidad vivida por el confinamiento (como Diarios de la cuarentena en TVE), cabría pensar que Relatos con-fin-a-dos en Amazon es como Diarios de la cuarentena en TVE. Y el que piense así, se equivoca, y mucho.
Esta ficción corre también a cargo de Gessas Producciones, y su idea original está firmada del mismo modo por Cecilia Gessa, que junto a su pareja Carlos Bardem eran dos de los actores de Diarios de la cuarentena. Y sin conocer si su influjo ha sido el definitivo, lo cierto es que Relatos con-fin-a-dos se erige como un producto mucho más atractivo, como pequeñas píldoras totalmente diferenciadas unas de otras que convencen al igual que ya lo hizo en el año 2014 la película Relatos Salvajes.
Cinco capítulos de 20 minutos, completamente independientes, en los que sus guionistas y directores dan rienda suelta a su imaginación con total libertad. Y en los que el espectador se sumerge desde la utopía, o desde el humor, o desde el surrealismo, o desde cualquier otro punto en cada uno de los relatos.
- 'Self-tape' está protagonizado por Sara Sálamo y cuenta con la colaboración de Chiqui Fernández. Pero, sobre todo, tiene como aliciente el debut como actor de Isco. Y no en una aparición puntual, sino con bastante protagonismo. Escrito y dirigido por Álvaro Fernández Armero, acierta de pleno al jugar con la metatelevisión, con bromas como que actuar puede hacerlo todo el mundo porque es fácil (dice Isco, mientras demuestra que no), o que el personaje del futbolista (que es informático) presuma de juega al fútbol y es el pichichi de su equipo de amigos.
- 'Gourmet' supone el estreno como director de ficción del actor, escritor y director (hasta ahora de teatro) Juan Diego Botto. Y a sus órdenes, Luis Tosar y María Luisa Mayol (con la colaboración por videoconferencia de Nur Levy) construyen un mini-thriller que tiene cabida para todo: mensajes sobre la gestión de la pandemia y el “sabelotodismo” español, reflexiones sobre los orígenes y a qué se está dispuesto por alcanzar lo que se quiere y hasta una visión de las relaciones como equipo que a veces se convierte en un mal trago (repetimos: un mal trago).
- 'Finlandia' es el relato más participado (escrito por Carolina Román y Mario Parra, dirigido por Miguel Bardem y protagonizado por Alberto Ammann y Clara Méndez-Leite), y también el más “ñoño”. Incluye, como detalle, un guiño a la serie documental 'Santuario' de los primos de su director Javier y Carlos Bardem. Pero sobre todo da una visión de cómo el confinamiento exalta el cariño, y el roce. Y cómo hasta en los peores momentos puede surgir un futuro esperanzador.
- 'El aprendiz' está dirigido por David Marqués a partir de un guion coescrito con Rafa Calatayud, y convierte a Carlos Bardem en el peculiar profesor de Álvaro Rico. Pero no en un profesor de universidad o de cualquier asignatura, sino para convertirse en asesino a sueldo. Y teniendo en cuenta que por el confinamiento las lecciones tienen que ser a distancia, la idea se basa en el contraste entre uno y otro y emplea acertadamente la música para generar momentos que sacan una sonrisa. Todo, para dejar un poco en el que se reflexiona sobre la confianza en los demás, aunque sea a través de una pantalla.
- 'Emparedados' está dirigido por Fernando Colomo, que también se encarga del guión junto a Belén Sánchez-Arévalo. Ambos convierten a Manuela Velasco y a Rafa Castejón en un ejemplo perfecto de la “exaltación de la amistad” que produjeron los balcones y las miradas cruzadas con los vecinos. Unas presuntas conexiones que en realidad sólo se producían de balcón a balcón, y que permiten jugar con las segundas oportunidades, las falsas impresiones y hasta el aprovecharse de las debilidades ajenas.
Imprescindible aguantar hasta cada final
Doce actores para interpretar cinco pequeñas historias que enganchan y entretienen y que parecen sólo unidas por cómo el confinamiento puede generar situaciones extremas, como ocurría en la película Relatos Salvajes. Pero que en realidad logran la máxima recomendación por sus inesperados giros de guión, el verdadero fuerte de la serie al más puro estilo El caso Slevin.
Sin poder ni querer desvelar demasiado (porque merece la pena llegar a ellos y tan sólo requiere 20 minutos), los guionistas de cada relato se ponen de acuerdo para ser capaces de sorprender, para cambiar tu gesto en los últimos 5 minutos, para demostrar por qué la base de toda buena historia es un buen guión. Y aunque cada relato sigue su género, es imposible no alabar cómo se consigue en los casos de Gourmet (Juan Diego Botto), El aprendiz (David Marqués y Rafa Calatayud) y Emparedados (Fernando Colomo y Belén Sánchez-Arévalo).
A Relatos con-fin-a-dos, como a todas las producciones audiovisuales que se han hecho durante el confinamiento, no hay que medirla por su apartado técnico. Entre otras cosas, porque los técnicos son a su vez los propios actores, y los medios no son los de un rodaje habitual. Por eso se deben perdonar los fallos de sonido o de etalonaje, y aún así admirar cómo los directores se las han arreglado para no repetir siempre planos habituales, y los actores han sabido interpretar mientras ellos mismos son sus cámaras.
A Relatos con-fin-a-dos hay que valorarla, sobre todo, por volver a demostrar el talento de los guionistas que han situado a la ficción española como referente mundial en los últimos años. Porque aunque uno de sus personajes diga que la “regla número 1 es: no te fíes de nadie”, en la nueva producción de Amazon vuelven a demostrar que sí podemos fiarnos de ellos.