Renovarse o morir. Con esa premisa llega este domingo OT 2020, la nueva edición de la joya de la corona de TVE y Gestmusic, Operación Triunfo. Una temporada, la tercera consecutiva tras su resurrección en 2017, que viene con cambios y con la promesa de sorprender a una audiencia a la que prácticamente no le ha dado tiempo a echar de menos la Academia.
Este 20 de enero se cumplirá un año de la clausura de OT 2018 con la elección de Miki como representante de España en Eurovisión. 12 meses en los que cadena y productora han ideado un lavado de cara que mantenga la esencia del talent y que, a su vez, le ayude a esquivar el desgaste que puede suponer estrenar una tercera edición consecutiva de un programa que se vive con una intensidad desbordante.
OT 2020 es una edición clave con la que TVE no solo se juega su éxito a corto plazo, sino también la supervivencia del formato. Tras una “primera” edición fenómeno y una “segunda” que cumplió, pero que bajó el rendimiento, esta tiene por delante el desafío de mantener el nivel y rendir a la altura de la apuesta de la cadena, que desembolsará 14 millones de euros para producirla.
Operación Triunfo 3 fue, en 2003, la última edición de la primera etapa del formato en la cadena pública y si echamos la vista atrás, podemos señalar muchos paralelismos con la que se viste de largo hoy. Pero hay motivos para ser optimistas, asomarse con ganas a la gala 0 y dejarse sorprender por la propuesta de un equipo que ha reconocido la pérdida de frescura y ha puesto toda la carne en el asador para ponerle remedio.
La nueva edición estrenará un cambio de mecánica que aumentará la exigencia y aportará emoción a la competición y por tanto a las galas. También promete hacerlo el jurado, que llega totalmente renovado con Nina, Natalia Jiménez, Javier Llano y Portu a la cabeza. Con todo, se presentan por delante grandes retos que tendrá que superar para pasar el examen de la audiencia y ser recordada como una edición que cambió el rumbo de OT.
- Dar con la tecla de un casting potente y centrado
Acertar con los perfiles de los concursantes siempre es el mayor reto de un formato como Operación Triunfo, y desde la producción se muestran convencidos de que este es el casting más potente de la historia del programa. Tendremos tiempo para descubrir y analizar si llevan razón, y para comprobar si presentarles ante los fans semanas antes de debutar sobre el escenario del Parc Audiovisual de Terrasa ha sido una buena o una mala idea.
En noviembre pudimos poner cara y voz a los 30 candidatos finales, entre los que están, por supuesto, los 16 elegidos. Todos ellos tienen ya perfiles sociales asociados a OT y llevan más de un mes recibiendo feedback y empapándose de las impresiones que generan entre el público. En reto: que eso no condicione su paso por la Academia.
- Acertar con un jurado poderoso, pero no protagonista
Dice Tinet Rubira, el productor de Operación Triunfo, que siempre tuvo claro que el formado por Nina, Natalia Jiménez, Javier Llano y Portu era el cuarteto de jueces que necesitaba el programa para su nueva edición. Ahora está en manos de los cuatro entrar por los ojos de la audiencia y conformar un grupo compensado que aporte lo que OT 2020 requiere.
Esto es, el equilibrio entre elogios y mano dura que hace que los concursantes evolucionen sin hundirse en la miseria. Que sus valoraciones no pasen sin pena ni gloria, que les ayuden y que generen debate entre fans y haters. Los polis buenos y malos son bien recibidos siempre y cuando el reparto de papeles sea creíble y, sobre todo, no acabe arrebatando el protagonismo a los verdaderos protagonistas, valga la redundancia.
- Que los cambios no conviertan 'OT 2020' en una edición bronca
Que no haya límite de nominados y que los favoritos semanales no se salven de los juicios del jurado promete aportar, como decíamos antes, mayor emoción a la recta final de las galas. A los concursantes no les bastará con hacerlo mejor que cuatro de sus compañeros para seguir una semana más en el programa, y tendrán que buscar siempre la excelencia.
El reto en este sentido es que no derive en grandes polémicas que conviertan OT 2020 en una edición bronca, como ha ocurrido ya en varias de las 10 ediciones anteriores del formato.
- Que la lucha por un contrato discográfico no nuble a los 'triunfitos'
Otra de las novedades de OT 2020 es que, a diferencia de lo ocurrido en los dos últimos años, los triunfitos no tendrán asegurado un contrato con Universal Music solo con entrar en la Academia. Los 16 tendrán que trabajar para llamar la atención de las grandes discográficas, que podrán pujar por ellos como si de un draft de la NBA se tratase.
Esto a priori solo garantiza cosas positivas: se acaba el monopolio de una empresa privada en un programa de la televisión pública y obliga a los concursantes a esforzarse para conseguir sus metas sin dar por hecha una carrera de éxito solo con pisar el plató del talent el primer día. El reto: que el objetivo de conquistar a las majors no les nuble.
- Esquivar el 'golpe' de Telecinco con 'GH' y conseguir el 'sí' del público
El último reto, y también el más importante, es ganarse el beneplácito del público. Operación Triunfo supone para TVE mucho más que el dato de audiencia conseguido en cada gala, pues tiene impacto en muchas áreas, pero el share sigue siendo lo que más pesa a la hora de mantener la apuesta por un formato televisivo.
El objetivo de la cadena, tal como aseguró su directora de entretenimiento Toñi Prieto en la presentación, es rondar el 16% de cuota que promedió OT 2018 en sus 14 galas. Una cifra óptima en la televisión actual que queda lejos del 19% de share y los 2,4 millones de media que siguieron OT 2017 un año antes.
Para lograr buenos datos tendrá que esquivar el 'golpe' que le ha dado Telecinco al programar El tiempo de descuento con famosos de GH VIP y ganarse la atención de la audiencia por sí mismo. Esto pasa por que los fans abracen los cambios y acojan la nueva edición con fuerza. La trayectoria de Operación Triunfo muestra que cada temporada de las diferentes etapas del formato (TVE-Telecinco-TVE) pierde fuelle con respecto a la anterior. La meta de OT 2020: superar sus grandes desafíos para no tropezar con la historia.