Dos meses después de su lanzamiento, el revival de Salvados por la campana se ha ganado su renovación por una segunda temporada en Peacock. La plataforma de NBCUniversal ha comenzado la producción de la nueva tanda, que tendrá diez episodios.
“Estoy emocionada por la renovación”, ha declarado su guionista y productora ejecutiva Tracey Wigfield a Deadline, “estoy impresionada por todo el amor recibido hacia la serie y no veo la hora de volver y hacer más episodios”. De hecho, la directiva ha mirado aún más hacia el futuro para afirmar que “ojalá nos quedemos en Peacock durante muchas temporadas más y, en 3 años, alguien reinicie nuestro reinicio e invente el 'trinicio'”.
La noticia llega apenas cuatro días después de conocer que el que fuera uno de sus protagonistas, Dustin Diamond, ha sido ingresado por un cáncer en fase cuatro. “La semana que viene comprenderemos mucho mejor la gravedad de su afección y los tratamientos que necesitará para sentirse cómodo”, explicó su representante sobre el estado de salud del actor. El intérprete, que no ha participado en la primera temporada del reboot, podría haber llegado a negociaciones con la plataforma para retomar su papel de Screech en la nueva tanda. En la ya emitida, se justificó la ausencia de su personaje diciendo que vivía con un robot en la Estación Espacial Internacional.
La primera temporada del revival, disponible en Estados Unidos
Junto a Diamond, la otra única ausencia que provocó que el reencuentro no fuera al completo fue Lark Voorhies (Lisa). Sí participaron Zack Morris y Kelly Kapowski, o lo que es lo mismo, Mark-Paul Gosselaar y Tiffani Thiessen, además de A.C. Slater (Mario López), Jessie Spano (Elizabeth Berkley) y el mago Ed Alonzo (Max).
En su regreso, la ficción ha contado con una nueva generación de nuevos alumnos, tutelados por algunos de los integrantes originales del instituto Bayside. Así, López ha repetido como el profesor de educación física. El punto de partida del reboot ha sido que Morris toma una importante decisión como Gobernador de California: cerrar las escuelas que son deficientes económicamente y enviar a sus alumnos a los institutos de mayor prestigio del estado, incluyendo el Bayside. Esto dará pie a un choque entre los recién llegados y los estudiantes del centro que supondrá, a su vez, un golpe de realidad para estos últimos.
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