Rosa López fue la protagonista de la nueva entrega de Lo de Évole en laSexta. La cantante habló con el presentador sobre cómo había sido su vida antes del talent de TVE, después de salir de él y en la actualidad.
Pero durante toda la vorágine que supuso el programa en la vida de la artista, también Eurovisión fue uno de los picos de esa fama repentina que la arrasó junto a su familia.
Jordi le dejó ver algunas imágenes de ella como representante de España en el evento que se celebró en Tallin en 2002. Ya en la actualidad, la cantante reflexionó sobre lo vivido: “Sentí presión, sentí que España creía que íbamos a ganar, como el fútbol y no podía decepcionar”.
El programa contó con la colaboración de Rigoberta Bandini, a la que situaron en una sala y le dejaron escuchar y ver las reflexiones de Rosa López. Tras ello, la artista que quedó segunda en el Benidorm Fest reaccionó de la manera siguiente: “Madre mía de la que me he librado...muchas gracias jurado” y lanzó un beso.
Seguidamente, Rosa recoró que al quedar en séptimo puesto se pasó años escuchando el lamento de la gente sobre esa posición. Lo definió como “una anécdota preciosa, absurda, bonita pero absurda”. Y Rigoberta se sorprendió con ello: “Claro que sí, si un séptimo puesto está muy bien”.