El relato de los episodios 2 y 3

La “verdad” de Rocío Carrasco que pone en duda a María Patiño por Antonio David

Redacción

Telecinco emitió este domingo 28 de marzo los episodios 2 y 3 de Rocío: contar la verdad para seguir viva, la docuserie de Rocío Carrasco. Dos capítulos en los que la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco relató su verdad sobre lo que ocurrió en su matrimonio con Antonio David Flores entre su boda en 1996 y su divorcio en 1999.

La entrega, que estuvo conducida en esta ocasión por Carlota Corredera y no por Jorge Javier Vázquez, como ya explicamos, arrancó con un mensaje actual de la protagonista, que quiso agradecer su apoyo a los 3.150.000 espectadores que siguieron la segunda emisión.

A través de una nota de voz enviada al programa, Rocío Carrasco aseguró estar “desbordada” por la repercusión mediática de su testimonio, pero a la vez “tranquila y serena”. “Quiero agradecer a todos los que me han creído, a las mujeres que se han sentido identificadas o reflejadas con mi relato. Tengo fuerza, estoy fuerte para seguir contando mi historia y esa fuerza también es gracias a vuestro apoyo”, afirmó.

Ya en materia, el capítulo 2 de la docuserie puso sus miras en 1996, concretamente en el momento en el que Rociíto descubrió que estaba embarazada de su primera hija, Rocío Flores. La protagonista relató que en cuanto tuvo una falta de un día supo que estaba en estado, y contó que Antonio David, al enterarse del resultado de la prueba de embarazo, se cayó al suelo del impacto: “Él no quería ir a casa de mis padres a contárselo, decía que mi padre lo iba a matar”, recordó.

Fue la propia Rocío la que se encargó de comunicarles a sus padres, en solitario, que estaba esperando una hija. A la Jurado se lo contó en el camerino de un concierto en Murcia y a Pedro Carrasco en su casa. “De lo que le entró por el cuerpo me dio un bofetón que la cabeza me dio vueltas y me dijo 'te avisé, que te iba a arruinar la vida”, contó. Tras el bofetón, el exboxeador le dio un abrazo a su hija y le dijo que había sido tonta por dejar que Antonio David “consiguiese lo que quería”.

Rociíto también explicó que tras el embarazo tuvieron que casarse en una ceremonia en la que los novios no organizaron nada. Tampoco el viaje de Luna de miel, ya que su tío Amador Mohedano pactó la exclusiva en pack con una revista. “Ese dinero de esa exclusiva se usó para pagar la boda y lo que no fue la boda. Me refiero a que la persona que estaba haciendo de intermediaria tenía un beneficio de eso también”, reveló sobre el hermano de su madre.

La protagonista del documental aseguró que en el viaje, al que fueron acompañados por el fotógrafo de la revista que les pagó, recibió la llamada de otro reportero gráfico que se encontraba en el destino para fotografiarles. Según contó, los únicos que sabían dónde estaban los novios eran el director de la publicación y su tío Amador, poniendo de nuevo el foco en él.

El incidente de la ventana, con prueba incluida

Más avanzado el capítulo, Rocío relató un episodio de malos tratos en el que Antonio David intentó, presuntamente, tirarla por la ventana. Fue en 1998, cuando ella descubrió que le estaba siendo infiel mientras estaba embarazada de su segundo hijo.

“Cuando llegó de fiesta a las 8 de la mañana, yo que me había pasado la noche entera llorando le dije que era un sinvergüenza. Me cogió en volandas del camisón y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana”, comenzó contando Carrasco. “La barriga me estaba dando en el borde y en ese momento giré la cabeza como pude y le dije 'procura que cuando llegue abajo me haya matado'. Él tomó conciencia de lo que quería hacer y me soltó rápidamente”, añadió.

Antonio David Flores ha afirmado en más de una ocasión que ese episodio no es real porque había unas rejas en esa ventana. Unas rejas que, según la prueba aportada por Rocío en el documental, se pusieron en el año 2010, doce años después del incidente denunciado. La prueba no es otra que el certificado del cerrajero de Chipiona contratado para la obra.

María Patiño: “Mi verdad no coincide con su vivencia”

Antes de esa agresión, según el relato ofrecido en la docuserie, Rocío Carrasco pilló a su entonces pareja siéndole infiel en una discoteca. En ese momento ella estaba embarazada de su hijo David Flores y los episodios de ansiedad por lo presenciado fueron constantes.

“Cuando lo vi salí corriendo, empecé a llorar y me empezó a doler mucho la barriga. Tenía pinchazos, como si fueran contracciones. Le pedí que nos fuéramos y me dijo que estaba loca, que el embarazo me estaba afectando a la cabeza. En ese momento empecé a tener un ataque de pánico. Y no me dio porque mi marido me estuviera poniendo los cuernos, no me afectó como mujer, me afectó como madre”, relató.

Rocío contó que aunque ella se acababa de enterar de la infidelidad, lo sabía “todo el pueblo” y también miembros de la familia como sus primos. “Lo sabía gente de prensa que estaba allí todo el verano. Hay gente de prensa que se ha llenado la boca diciendo cosas que saben perfectamente que son mentira. Lo sabía María Patiño, que ella lo ha dicho en alguna ocasión. No lo ha contado todo, pero sabe perfectamente cómo fue ese verano mío”, afirmó.

Unas palabras ante las que la aludida se quiso pronunciar en redes sociales: “Rocío vive y recrea una verdad, pero no cómo fue”, aseguró Patiño en su perfil de Twitter, poniendo en duda la versión contada por la propia protagonista. “Mi verdad real no coincide con su vivencia”, añadió.

En otros tuits, la presentadora de Socialité insistió en que las versiones del verano de la infidelidad de Antonio David no coinciden: “Lo viví, pero no fue así. No quiero quitar dolor, maté por demostrar la verdad, logré probarlo. Pasaron los años y pocos nos creyeron. Rocío no recuerda cómo ocurrió todo”.

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