Después de cerca de año y medio en situación de interinidad, en RTVE esperan con gran expectación ver si esta vez arranca por fin la nueva legislatura tras las elecciones que se acaban de celebrar. “No podemos seguir así mucho más tiempo. Necesitamos un plan de futuro, una televisión pública verdaderamente independiente y de calidad”, coinciden en asegurar a VERTELE los trabajadores de la Corporación, pertenecientes a una plantilla que vive invadida por el desánimo al ver la parálisis institucional que sufre el país desde hace meses.
Ante esta nueva oportunidad, piden a los partidos políticos que se comprometan a poner de nuevo en marcha el concurso público para nombrar, en el menor tiempo posible, un nuevo Consejo de Administración que garantice el futuro del ente público y RTVE deje de estar sometida a constantes vaivenes.
Mientras esperan a ver si se forma Gobierno, los profesionales de la casa siguen haciendo su trabajo diario intentando que no les afecten demasiado las críticas, que por una cosa u otra, siguen recibiendo. Ataques fundamentalmente por parte del PP, de Ciudadanos y Vox, que durante las últimas campañas electorales no han parado de acusar a la administradora única, Rosa María Mateo, de haber convertido Television Española en “Tele-Sánchez”.
Desde que en julio de 2018 Mateo fue designada para el cargo, fruto de un decreto ley del Ejecutivo socialista convalidado por las Cámaras, estos tres grupos de la derecha no se han cansado de pedir su dimisión. La propia Mateo anunció en su última comparecencia en el Congreso que pondría su cargo a disposición del próximo gobierno. Pero el fracaso de las negociaciones tras las anteriores elecciones del 28A, y esta nueva convocatoria del 10N han conseguido prolongar aún más su situación de provisionalidad mientras PSOE y Podemos siguen negociando sus condiciones de gobierno.
El primero de los cambios que ha llegado a RTVE tras las últimas elecciones ha sido la dimisión de Begoña Alegría. La hasta ahora directora de informativos de TVE deja su cargo de forma voluntaria. En su carta de despedida a los trabajadores, hacía patente su hartazgo de una provisionalidad que no llega a su fin.
Tomará el relevo la veterana reportera Almudena Ariza. La actualmente corresponsal en París ha sido nombrada por Enric Hernández, que ocupa el nuevo cargo de director de Información y Actualidad de RTVE. Ambos tienen el reto de emprender la renovación “digital” prometida en informativos y garantizar la independencia ante las posibles presiones de los partidos políticos.
Por otro lado, RTVE sufre también otras sacudidas exclusivamente empresariales. Los sindicatos están en guerra con la Corporación después de que amparándose en una sentencia de la Audiencia Nacional decidieran reestablecer la jornada de 37,5 horas tras no llegarse a un acuerdo en la negociación de un nuevo convenio. Ahora, los representantes de los trabajadores amenazan con ir a la huelga en fechas claves estas navidades: huelga el día de la Lotería, paros el día de las Campanadas y paros también el 8 de enero, una de las fechas que se manejan para celebrar el debate de investidura en el Congreso.
“Cunde el desánimo y la frustración”
Vertele ha querido conocer de primera mano las opiniones de varias de las personas que trabajan en RTVE, algunas desde sus cargos de responsabilidad. Y aunque a la mayoría de ellos no les ha importado aparecer con nombres y apellido, unos pocos -los menos- han preferido contar sus impresiones sin ser citados. Todos los consultados, eso sí, coinciden en señalar que “cunde el desánimo y la frustración”.
Yolanda Álvarez, presidenta del Consejo de Informativos, afirma que cuando llegó Mateo muchos pensaban que iba a ser para un corto periodo de tiempo. Sin embargo, “al final estamos viendo que por unas cosas o por otras este tiempo de transitoriedad y estancamiento se ha ido prolongando más de lo deseado y ello no nos ha beneficiado en nada”.
“Toda esta situación nos está afectando negativamente. No hay un proyecto claro y se está perdiendo un tiempo precioso en general. Para ser competitivos con respecto a las demás cadenas privadas, necesitamos ese proyecto de futuro que nos haga ser el servicio público que nos corresponde”, añade Álvarez.
“Yo palpo cierto desánimo, claro, venimos de una etapa en la que en los informativos recibíamos muchas denuncias de manipulación pero hemos superado afortunadamente todo eso. La credibilidad cuesta mucho recuperarla”, señala.
“No imaginábamos que esto iba a durar tanto”
De la misma opinión es Teresa Rodríguez, Directora de Informativos no diarios de TVE. “Después de un año y medio de interinidad nos pesa mucho esta situación. No imaginábamos que esto iba a durar tanto pero se ha prolongado en contra de nuestra voluntad. Eso es así”, lamenta.
Ambas recuerdan las jornadas de protesta de los llamados ‘viernes negros’ que se sucedieron al final del mandato del antiguo presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, elegido en solitario por el Partido Popular. “Fue un movimiento mayoritario como rechazo a la pésima gestión del anterior Consejo de Administración”, asegura Rodríguez. Durante muchos viernes los trabajadores denunciaron “la manipulación sistemática” y la ausencia de “neutralidad” que soportaban en los informativos, por lo que los viernes de cada semana aparecían vestidos de negros para reclaman “pluralidad” y “una televisión de calidad”.
Ahora un sector de los trabajadores,“minoritario”, según puntualizan los periodistas consultados, ha intentado convocar de nuevo estas protestas sin encontrar de momento suficiente respaldo.
Teresa Rodríguez asegura que empezaron “con una gran ilusión”. “Yo acepté el reto [ocuparse de la dirección de informativos no diarios] porque quería contribuir al cambio”. Sin embargo, ahora reconoce que aunque “hemos conseguido algunas cosas, seguimos sin lograr estabilidad. No tenemos un proyecto con el que trabajar a largo plazo ni presupuesto para financiarlo”.
Diego Arizpeleta, ex jefe de la sección internacional y miembro también del Consejo de Informativos, asegura que “ni estamos hundidos ni estamos enfadados. Yo diría que estamos inquietos, como creo que lo está la mayoría de la sociedad española”.
“Una dirección de RTVE que no esté ligada a los tiempos políticos”
“Yo como simple trabajador que soy de la casa -lleva en TVE 22 años-, lo que deseo es que esto se solucione de la mejor manera posible para que tengamos algún día una dirección de RTVE que no esté ligada a los tiempos políticos ni a las legislaturas, y que esté libre del lastre de los diferentes gobiernos, ya sea éste como cualquier otro que pueda salir de estas próximas elecciones. Una televisión de servicio público e independiente,y libre de sospecha”, zanja.
Al coro de voces se suma Carlos Salgado, delegado del sindicato CGT de RTVE, y segunda fuerza sindical en Madrid. “Los trabajadores están muy preocupados porque no hay un plan de futuro”, corrobora. “Se intentan poner parches pero lo que quiere la gente es estabilidad”, insiste.
Salgado diferencia dos planos: la situación laboral en la que encuadra el “envejecimiento de la plantilla”, que va a obligar pronto al organismo público a acometer nuevas jubilaciones y a un plan de renovación de personal; Y otro plano, el que se refiere “a contenidos de los informativos”, en donde, en su opinión “se ha mejorado mucho objetivamente”.
“Situación infinitamente mejor a cuando gobernaba el PP”
Esta percepción no la tiene solo él. Hay trabajadores que prefirieren no dar sus nombres que afirman que “la situación ahora mismo es infinitamente mejor a la que teníamos antes, cuando gobernaba el PP”.
“Se está llevando todo con muchísima más profesionalidad que en la etapa anterior que fue terrorífica. Estábamos sometidos al mandato de comisarios políticos que obedecían las órdenes de los que les había colocado allí. Ahora al menos se ha nombrado a gente de la casa que están ocupando los puestos de responsabilidad que hacen su trabajo en libertad, de verdad”, afirma uno de los consultados.
Pese a todo, hay quien reconoce que el nombramiento de Enric Hernández ha sido “la última prueba de que los políticos siguen metiendo la mano en Televisión Española”. El aterrizaje del periodista, proveniente de El Periódico de Catalunya, no cayó nada bien entre un sector de los trabajadores como quedó plasmado en una votación interna realizada a su llegada en la que Henández obtuvo un escaso apoyo.
Algunos le ven como un “enviado de Pedro Sánchez”. Otros no creen que haya sido fichado “con una intención de control para forzar que las informaciones vayan en un sentido en otro”. “Aquí nadie recibe ya órdenes políticas”, se jactan.
Debate a 5 en la Academia de TV
Otra de las polémicas más recientes se suscitó a raíz de la carta enviada a los partidos políticos antes de que se disolvieran oficialmente Las Cortes. Las críticas del PP, de Ciudadanos y de Vox volvieron a colocar al ente público y a la propia Mateo en el ojo del huracán.
Sin embargo, los propios trabajadores quitan hierro al asunto. Explican para aquellos que desconocen el funcionamiento interno de TVE, que en tiempo preelectorales la carta “era de obligado cumplimiento”. “Estos debates no se pueden improvisar”, asegura Teresa Rodríguez. Además, señala que “era una carta muy inocua” ante la alta posibilidad de que se convocaran las elecciones, como así fue.
En su opinión, “se magnifican cosas que en realidad no tienen la intencionalidad que les dan algunos, y en este caso no había motivos”.
Sin embargo, la decisión de que ese debate a cinco no se celebrara en los estudios de TVE no ha gustado nada a los profesionales de la casa, que critican el coste que ha supuesto para el ente que lo organizara la Academia de Televisión. “Ese debate se tenía que haber hecho en TVE, que es lo que defendimos en el Consejo de Informativos, que se hiciera en un terreno neutral.
Además, quedó demostrado que el debate anterior [el debate a 4 del 28A] tuvo mejor realización, un aspecto mucho más moderno. Tenemos mejores medios tanto técnicos como humanos y podríamos haber evitamos encima ese gasto innecesario al contribuyente“, afirma Yolanda Álvarez.
Parálisis del concurso público, ¿qué pasa ahora?
Con todo, la mayor frustración, insisten todos los entrevistados, ha sido ver paralizado el concurso público que ya se había puesto en marcha -a trancas y a barrancas- en la anterior legislatura y que prometía ser el inicio de una nueva y esperanzadora etapa. “¿Qué va a pasar ahora con toda esa gente que presentó sus proyectos después de muchas semanas preparándolos?. Es un desprecio absoluto hacia ellos”, afirma una veterana que conoce a varios de los ‘opositores’.
“Es urgente. RTVE necesita un plan de renovación y de futuro ya. Eso es lo que queremos los profesionales para poder ofrecer la mejor información, los mejores contenidos con los mejores medios y con una plantilla adecuado para llevarlo a cabo todo ello”, añade otra veterana trabajadora.