La renovación de RTVE: un pacto a fuego muy lento, con un PP ausente y obligado a sumarse a él
Han sido más de seis meses, tres de ellos intensos, de tiras y aflojas, bloqueos y hasta de amenazas de plante por parte de alguno de los partidos implicados en la negociación. Pero al final ha habido alumbramiento. PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos han sido por fin capaces de acercar posturas y pactar un documento que abre la puerta a que la renovación de la cúpula de RTVE sea por concurso público y en un plazo breve.
Ahora los tres partidos esperan que el PP, que se ha mantenido al margen de todas las reuniones, no haga fracasar el consenso que tanto les ha costado alcanzar para que un comité de expertos evalúe a los aspirantes al Consejo de Administración y José Antonio Sánchez pase a la historia “como el peor presidente que ha tenido RTVE”, según el juicio de todos los grupos parlamentarios de la oposición.
La importancia del acuerdo es doble. Al margen de que suponga el desbloqueo de una situación que parecía ya abocada definitivamente al fracaso, se trata del primer gran pacto que sella en el Congreso una mayoría alternativa al PP. Y eso lo ponen todos en valor.
La satisfacción por el acuerdo no se disimula tampoco en los Consejos de Informativos de RTVE. Sus representantes han estado todo este tiempo volcados, encima de los negociadores para que pudiera haber una ley que garantizara la “pluralidad, la independencia y la imparcialidad” de los informativos de la cadena pública, que han sido el principal foco de las numerosas denuncias de censura y manipulación.
“Llevamos desde 2015 convenciendo de la necesidad de un ley decente y estable. Un cambio urgente pero decente, que levante a una redacción que ha acabado desfondada y sin ilusión”, afirman fuentes de estos Consejos a VERTELE.
“Hemos estado muy pendientes hasta donde llegaban nuestra posibilidades y competencias, demandando pluralidad y cuanto más consenso mejor”, reconocen los representantes de estos trabajadores que han participado en las reuniones con los grupos.
Una larga lista de reuniones
Desde que la reforma de la ley de RTVE fue aprobada en septiembre de 2017, ha habido numerosos intentos para llegar a un acuerdo. Todos terminaron fracasando. El cruce de acusaciones entre los dos bloques que se fueron formando han sido constantes.
Desde Unidos Podemos y Ciudadanos acusaban al PP y al PSOE, “los viejos partidos”, de querer seguir controlando el proceso de renovación, en un intento de mantener la fórmula de 2012 que dejaba en manos de estos dos grandes partidos la elección del presidente del ente público. Incluso llegaron a filtrarse nombres de los supuestos candidatos preferidos por cada uno de eloos, lo que enrareció más el ambiente.
El partido de Iglesias sostuvo desde el principio la necesidad de que hubiera concurso público, como estipulaba la reforma. Una fórmula que también Ciudadanos defendía con uñas y dientes y sobre la que ambas formaciones llegaron a elaborar un documento conjunto para que se pusiera de inmediato en marcha la elección del comité de expertos. Pero el plazo expiró a los tres meses de que entrara el vigor la nueva ley, el 31 de diciembre. Y las negociaciones quedaron paralizadas.
Pasadas las vacaciones de Navidad, los grupos volvieron a sentarse a negociar para ver si había posibilidad de desbloquear la situación. Sin embargo, por una cosa u otra, no lograron la sintonía deseada. La pelota pasó entonces a manos de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que a su vez la devolvió a los partidos.
Los socialistas propusieron un método mixto, es decir, que se optara por elegir ya al nuevo presidente por consenso parlamentario de 2/3 y mayoría absoluta con apoyo de cuatro grupos, como marca la reforma, si no había acuerdo en primera vuelta. Y, después, abrir un periodo de unos años de transición para sentar las bases del concurso público.
Unidos Podemos, por su parte, planteó la creación en el Congreso de una subcomisión donde se elaboraran las bases de ese futuro concurso y mientras tanto elegir una “gestora” que de forma provisional estuviera al frente del ente público.
Ciudadanos lo consideró un “desmarque” de los de Iglesias a su unidad inicial con ellos y decidió retirarse de cualquier acuerdo que no pasara por una renovación por medio de concurso público sobre que el que ellos habían elaborado unas reglas.
Las espadas seguían en alto y no había manera de desatarcar la reforma. Pese a ello no se rompieron los contactos entre los tres principales grupos. Hace escasas semanas la sala Sert del Congreso fue el escenario de un nueva reunión en la que participaron todos los portavoces de la Comisión Mixta de RTVE -salvo el del PP- y en la que estuvieron también presentes representantes de los Consejos Informativos.
“Vimos vías de entendimiento por lo que decidimos ser discretos y dejar que fueran ellos los que siguieran trabajando. Nuestra misión como árbitros es velar por la independencia y la calidad y no nos podemos salir de ahí”, señalan fuentes de estos Consejos que no ocultan que han seguido enterados de todos los pasos que iban dando “por conversaciones informales con unos y otros”.
A raíz de aquella reunión, el PSOE optó por celebrar reuniones a dos bandas para facilitar el acuerdo. Los socialistas Alfonso Gómez de Celis y Jose Miguel Camacho se reunieron por un lado con Noelia Vera y Miguel Vila, de Unidos Podemos. Y, por otro, con Miguel Gutiérrez y Guillermo Díaz, de Ciudadanos. El acuerdo estaba cerca y se vislumbraba tras ceder en sus planteamientos iniciales el PSOE.
Este martes hubo una reunión de los tres partidos en la que quedaron flecos por cerrar, que se dejaron para el día siguiente. Y por fin este miércoles hubo fumata blanca.
El documento consensuado, en el que se acorta el proceso para que pueda haber concurso, ha sido remitido ahora a los demás partidos para ver si se suman a él. También al PP, que ha estado ausente de todas las negociaciones viendo todo desde la barrera con la esperanza de que la falta de consenso obligara a aplicar la vieja fórmula aprobada en los tiempos en los tenían mayoría absoluta en ambas Cámaras.
No obstante, ninguno de los tres partidos promotores de este pacto cree que los populares se atreverán a desmarcarse de “algo que ha costado mucho sudor”. “Serían muy torpes si lo hacen”, advierten.
Pero no hay que olvidar que el PP sigue teniendo en el Senado mayoría absoluta, lo que podría hacer naufragar cualquier propuesta para elegir a los miembros del Comité de Expertos que será el que tendrá que evaluar a los aspirantes.
La reacción de los partidos
El secretario de Relaciones Institucionales del PSOE, Alfonso Gómez de Celis, reconoce que “hemos dejado algunas de las cosas que queríamos a un lado para poder llegar a este consenso”. Y señala que en política “no solo hay que tener razón, sino también los votos. Queríamos que la renovación sea lo más rápida posible, pero no teníamos mayoría”. Así que todos cedieron.
Noelia Vera, portavoz de Unidos Podemos, asegura que desde su partido “celebramos el acuerdo pero lamentamos que haya llegado tan tarde por falta de voluntad del PSOE, que al final ha tenido que cambiar de postura”. “Han cambiado de opinión porque de otra manera esto hubiera sido imposible”, añade.
Vera celebra también que el próximo Consejo vaya a ser paritario, “como recogía nuestra enmienda”.
Desde Ciudadanos, Guillemo Díaz ve el pacto como “un triunfo de los valores frente al tacticismo partidista de los dos viejos partidos - PP y PSOE- que querían mantener el control y a sus amigos al frente de RTVE. Nosotros hemos mantenido siempre la necesidad de hacer el concurso que dificulte el control gubernamental de los medios públicos”
No obstante, Díaz cree que “ahora no es tiempo de reproches, sino de mirar hacia adelante”.
Los Consejos de Informativos esperan también que de aquí a unos meses haya un nuevo Consejo de Administración con un “independiente a la cabeza que tenga ganas de levantar esto y que nos sitúe a la vanguardia de la era digital en la que vivimos”.
“No queremos un florero ni un primo hermano de Sánchez”, avisan, mientras añaden que también esperan que el acuerdo incluya presupuesto, “porque sin financiación no hay posibilidad de nada”.
Desde los partidos reconocen que otro de los factores que ha espoleado a todas las partes implicadas en la negociación ha sido “la chulería y la altanería” que ha demostrado el actual presidente, José Antonio Sánchez, en sus últimas comparecencias en la Comisión Mixta de RTVE.
Hace menos de un mes, Sánchez ya invitó a los grupos a quitarle de en medio. Y este mismo martes, en su comparecencia en el Senado, se mostraba de nuevo retador: “¿No aprobaron una norma? Acaben ya con esto. Háganlo y aplíquenla. No me digan que vengo a mofarme y a mentir. Evítenlo”, contestó irónico al diputado socialista Ignacio Urquizu.