Salvados dedicó su entrega, en la semana de la Mujer, a las temporeras, trabajadoras en la recogida de la fresa que viven una situación precaria con acosos y abusos sexuales.
Una situación poco denunciada en los medios y que, el programa de laSexta, una vez más, logró convertirla en uno de los temas más comentados de la noche.
Precariedad laboral con desconocimiento de sus derechos
Jordi Évole y su equipo se adentraron en el día a día de las temporeras - en su gran mayoría extranjeras- donde descubrieron que su sacrificio se pagaba a seis euros la hora.
Una de ellas confesaba que el trabajo “es duro los primeros días, pero después el cuerpo se va acostumbrando”. Sabía que el 8 de marzo es el día de la mujer, pero desconocía a qué se refería el término “huelga”.
Cuando el presentador se lo explicó, ella argumentó que “si hay fruta, siempre trabajamos, sea fiesta o no”.
Abuso sexual en el campo
El programa habló con varias de las trabajadoras que no quisieron mostrar su rostro por miedo a las represalias. Aún así, algunas relataron testimonios de abusos por parte de sus superiores:
“Cuando mi jefe me puso la mano encima me asusté mucho y a los dos días me echó”, decía una de ellas.
“Nos empezaba a rozar y a poner la mano encima”, explicaba otra.
Por lo que Évole habló con Aintzane Márquez, abogada en una organización internacional que se llama 'Women's Link': “Nosotras litigamos casos en los tribunales para avanzar en los derechos de las mujeres y las niñas”. Ella añadía más detalles a las situaciones que las trabajadoras no se habían atrevido a dar: “Como siempre, a las mujeres no se nos cree en las denuncias y se archiva la causa”.
Preguntada por si las denuncias de las extranjeras les facilitaban los papeles en España, ella era tajante: “Ellas vienen aquí porque quiere trabajar y si denuncian tendrán más difícil el regresar. Por lo que es un acto de valentía hacerlo”.
“Los abusos, el invento este que he visto”
El programa también dio voz a los empresarios y para ello hablaron con Antonio Luís Martín 'Curi'.
Este aseguró que prefería fichar a mujeres que trabajaran con mujeres para evitar denuncias: “Yo tengo una manijera. Me gusta que sean las mujeres con las mujeres. Con el tema de los manijeros, de que se meten con las mujeres, los abusos que dicen que hay. Así que yo no tengo un hombre por si acaso”.
El empresario afirmaba haber escuchado hablar sobre tales acosos: “Los abusos, el invento este que he visto. Yo pienso más a lo mejor en otras cosas y que tergiversa la información de gente que viene por la noche a merodear por los campos (...) Buscan la carne. La carne humana'.