No llevan ni 24 horas en la casa, pero los concursantes de Sálvame Okupa ya han derramado lágrimas, protagonizado broncas e intercambiado besos apasionados entre las cuatro paredes de Guadalix de la Sierra.
Entre los primeros, los que no lo están pasando especialmente bien, se encuentran Carmen Borrego y Víctor Sandoval. Antes incluso de pisar la casa de GH, la hermana de Terelu Campos se mostró con pocas ganas de vivir la experiencia. Algo que empezó a dejar patente en cuanto aterrizó en la misma. De hecho, hizo un gesto a Gustavo González, ganador de la primera prueba, para que la eligiera a ella para abandonar el reality. Sin embargo, instantes después negó dicho gesto y el paparazzi se acabó decantando por Rafa Mora, dando pie a una de las primeras broncas entre estos 'grandes hermanos' exprés, que ya mañana abandonarán Guadalix.
La cosa no quedó ahí, porque María Patiño comunicó a Borrego desde el plató de Socialité que se enfrentaría a “gravísimas consecuencias” después de que la dirección de Sálvame Okupa comprobara que, efectivamente, había pedido a Gustavo su eliminación. “Me equivoqué”, reconoció Borrego, que quiso dejar claro que no quería irse porque no aguantara estar dentro de la casa, sino porque no quería que ninguno de sus compañeros se fuera. En cualquier caso, y pese a la amenaza de expulsión directa, finalmente continúa en la casa.
Anabel Pantoja gana la prueba de inmunidad
Antes de todo estos, tanto Borrego como Sandoval se mostraron apesadumbrados, incluso con lágrimas en los ojos, al tener que afrontar el juego de inmunidad, que consistía en ponerse el mayor número posible de pinzas en la cara, el cuello y las orejas. Ambos han pasado recientemente por el quirófano -ella para quitarse la papada y él para ponerse injerto capilar-, de ahí sus sensaciones iniciales. Borrego, de hecho, se ha mostrado “preocupada” por su cicatriz y ha dicho que era “imposible” para ella afrontar la prueba, mientras que Sandoval sí ha participado porque se siente en la obligación de ganar el reality y paliar, con los 6000 euros de premio, su maltrecha situación económica.
Finalmente, la inmunidad ha caído en manos de Anabel Pantoja. Un triunfo meritorio dado el cansancio que debía tener acumulado tras la fiesta de anoche, con la que los concursantes inauguraron su estancia en la casa y que la sobrina de Isabel Pantoja acabó dando el do de pecho al ritmo de 'Salta la rana'.
En esa misma fiesta, Gustavo y María Lapiedra terminaron de romper relaciones con el resto de la casa, que no está viendo con muy buenos ojos sus apasionadas muestras de cariño. “Me sentía excluida, una María Jesús. Nos empezamos a besar y se fueron todos a la cocina”, ha lamentado Lapiedra.