Lejos de cerrarse, la brecha entre Lydia Lozano y Carmen Alcayde sigue agrandándose. El enfrentamiento que mantienen desde hace semanas, desde que Alcayde afirmó que su compañera había visitado un local de intercambio de parejas, ha vuelto a ser comentado en Sálvame porque una de ellas ha hecho una sorprendente petición a la cúpula del programa.
Fue el director David Valldeperas quien dio las últimas novedades. Según dijo, Alcayde ha pedido no coincidir con Lydia Lozano en el plató de Sálvame. La respuesta del magacín ha sido clara: “La dirección ha decidido tomar una decisión salomónica. Vamos a respetar esa cláusula”, agregó Valldeperas.
¿La solución? Primero, alternarlas en el plató cada media hora; después, llevarlas al estudio separadas por un biombo. El show estaba garantizado, pero Lydia se mostró totalmente en contra. “Es alucinante que la que monta el pollo pida no estar conmigo. Yo no hablé de su vida ni de su marido... y ahora me voy a comer esto. No voy a estar todos los viernes así. Si Carmen no quiere coincidir conmigo, que no venga los días que estoy yo”, razonó la tertuliana, que no estaba dispuesta a que la tuvieran de acá para allá.
La promotora tampoco estuvo de acuerdo con la decisión. “He dicho que me quería vetar a mí misma, pero me han dicho que si me iba a casa ya no volvía porque no se puede hacer eso. Y hemos tomado esta decisión salomónica que a mí no me parece bien porque no me gusta vetar a nadie y quiero que estés aquí porque eres la mejor colaboradora”, dijo en su descargo.
“No puedo estar con la falsa apariencia de que somos compañeras pero sin llevarnos bien. Hemos sido amigas. Puedo hacer eso con Frigenti, con Kiko o con quien sea, pero no contigo. Quiero estar a gusto contigo. No he hecho nada tan grave”, añadió mientras Lozano le lanzaba un reproche detrás de otro.
Después llegó el momento de la resolución final. “¿Quitamos el biombo? ¿Podéis trabajar con normalidad?”, preguntó Terelu Campos. “Sí”, respondió Alcayde; “Claro, lo llevo diciendo desde las cuatro de la tarde”, apostilló Lozano, que no le encontraba sentido a semejante parafernalia.
El bombo se retiró y volvieron a verse las caras. “No quiero que esté enfadada conmigo”, exclamó la presentadora de Aquí hay tomate. “Pues nada, chata. Cúrratelo”, le sugirió su compañera.