A punto de cumplir 14 años desde su estreno en Telecinco, Sálvame atraviesa uno de sus momentos más convulsos. A lo largo de los últimos meses, el longevo formato de Mediaset se ha visto afectado por los cambios que se han vivido en en la directiva del grupo de Fuencarral tras la salida de Paolo Vasile. Esto ha acabado perjudicando a los contenidos del programa.
A la pérdida del liderazgo en la batalla por las audiencias, se le han sumado recientemente una serie de hándicaps que, poco a poco, el espacio presentado por Jorge Javier Vázquez ha tenido que sortear.
Por un lado, la implantación de un nuevo Código Ético que, entre otras cosas, prohibe a presentadores y colaboradores a hablar de política ante las cámaras. Por otro, la prohibición de nombrar a una serie de personajes del mundo del corazón, que han desaparecido de Sálvame a pesar de formar parte (de forma directa o indirecta) de muchas de las historias a las que el programa, todavía hoy, hace seguimiento a diario.
Tres meses de 'Sálvame Naranja Plus'
Por tanto, los responsables de Sálvame han tenido que estrujar aún más su imaginación para encontrar nuevas maneras de reinventarse. Todo ello, mientras Telecinco ha recortado y estirado a su antojo la duración del programa, en función de las necesidades de la cadena.
El último cambio llegó hace ya tres meses, a finales de diciembre, cuando Mediaset decidió estrenar de golpe dos nuevos concursos, 25 palabras y Reacción en cadena, que programó para el final de sus tardes. Esto afectó directamente a Sálvame, que redujo su emisión en abierto a tres horas (entre las 16.00 y las 19.00), llevando su último tramo (de 19.00 a 20.00) a Mitele Plus, su plataforma de pago. Lejos quedaban aquellos días en los que Sálvame duraba hasta cinco horas, con la suma del Limón, el Naranja y el Sandía.
Con todo, el formato ha tenido que debatirse entre reservarse los contenidos potentes para sus horas en abierto -las que alcanzan un gran público y a las que pueden sacar rendimiento-, u ofrecer unos mínimos de calidad a unos usuarios que se gastan su dinero en acceder a la plataforma de Mediaset. Todo ello, por cierto, con un Jorge Javier que casi siempre abandona el plató una vez concluye la emisión en abierto.
Mientras tanto, sorprende la apuesta que Sálvame ha hecho en las últimas semanas, optando por contenidos improvisados con los que rellenar esta franja llamada Naranja Plus. El espacio de corazón ha sometido a sus colaboradores a una serie de juegos infantiles que han pillado con el pie cambiado a los espectadores, a los que ha logrado llegar realmente gracias a la viralidad de las redes sociales. Repasamos algunos de ellos.
1) Competición de gelatinas
Uno de los primeros juegos que propuso Sálvame a sus colaboradores fue una competición de gelatinas. Los tertulianos debían competir entre ellos para ver quién era capaz de comerse una gelatina en el menor tiempo posible.
2) El juego de las sillas
A los pocos días, Sálvame sometió a sus rostros al famoso juego de las sillas. Esta vez, el colaborador que ganase obtenía como premio poder marcharse a casa en ese mismo momento, antes de que la emisión llegase a su fin.
3) El escondite
El espectáculo impulsaba el delirio días más tarde, con los colaboradores de Sálvame jugando al escondite en el plató en el que se realiza el programa de corazón de Telecinco. Lydia Lozano fue la encargada de buscar a sus compañeros por todo el estudio y María Patiño se llevó la victoria al meterse en un pequeño armario de las instalaciones.
4) Ronda de chistes
La cosa no quedó ahí y esta misma semana, Sálvame proponía un nuevo pasatiempo: regalar a los espectadores premium de MiTele Plus una ronda de chistes. María Patiño, Pilar Vidal y Aguasantas se animaron a contar algunos chistes que se sabían ante la estupefacción de algunas de sus compañeras, como Gema y Marta López.
5) Karaoke con Belén
La última ocurrencia de Sálvame ha sido llevar a cabo un karaoke en plena emisión del Naranja Plus, una actividad que no es nueva en el formato de Telecinco. Belén Esteban provocaba carcajadas al realizar una interpretación a capela de Las Campanas del Amor de Mónica Naranjo, una de sus canciones preferidas.