El próximo viernes 10 de noviembre se estrenará en Netflix ¡Sálvese quien pueda!, el docureality que acompaña a los colaboradores de Sálvame en su viaje por las Américas. Aunque a Terelu Campos, Belén Esteban, Lydia Lozano, María Patiño, Chelo García Cortés, Kiko Matamoros, Kiko Hernández y Víctor Sandoval se les conoce principalmente en España, la plataforma espera que los tertulianos, estrellas de Mediaset durante años, sean capaces de engatusar a espectadores de todo el mundo.
Es una apuesta arriesgada, un producto a priori demasiado local para una plataforma de alcance global, pero este nuevo formato producido por La Fábrica de la Tele no es sólo un regalo para los fans del histórico programa de Telecinco, cuya cancelación hace cinco meses provocó un auténtico terremoto televisivo. ¡Sálvese quien pueda! es una pieza más (aunque no una pieza cualquiera) en la estrategia de Netflix por enriquecer su catálogo con productos de no ficción, un terreno en el que se mueve con algunas dificultades.
El potencial de la plataforma está más que acreditado. Con su vastísimo archivo de series y películas le ha echado el lazo a casi 240 millones de suscriptores en más de 190 países, sin embargo, su negocio se ha resentido en los últimos años.
La crisis de las cuentas compartidas parece haberse solucionado de manera satisfactoria, pero le están desafiando competidores tan fuertes como Amazon Prime Video y Disney+. Ante estos retos, Netflix no sólo ha optado por seguir produciendo cantidades ingentes de ficción; también ha creado sus propios programas de entretenimiento, un ámbito que hasta ahora parecía reservado a la televisión tradicional. Es otra oportunidad de negocio para las plataformas de streaming, aunque los resultados en España no están siendo muy satisfactorios, al menos de momento.
La apuesta de Netflix en España por la no ficción
Insiders fue el primer reality español de Netflix. Sus dos primeras ediciones se grabaron a la vez y se emitieron entre 2021 y 2022. Para el programa se eligió a una presentadora que fuera bien reconocida por la audiencia: Najwa Nimri, actriz de La casa de papel, una de las series más exitosas de las últimas décadas. Pero el concurso, en el que 12 personas se jugaban 100.000 euros sin saberlo, no tuvo más recorrido, quizá porque al estrenar todas sus entregas simultáneamente perdió todo el interés que podría haber generado poco a poco.
Desde entonces, nada más se ha sabido sobre Insiders, como tampoco se han tenido noticias nuevas de Jugando con fuego, una nueva versión del clásico formato que junta a chicos y chicas en bañador en un resort de lujo.
En cualquier caso, Netflix no cejó en su empeño y siguió apostando por los productos de no ficción, aunque no dio con la tecla del éxito. Amor con fianza, el reality de parejas presentado por Mónica Naranjo, fue cancelado al acabar su segunda edición.
En septiembre de 2022 vio la luz el programa ¿A quién le gusta mi follower?, un dating show presentado por Luján Argüelles que, al igual que First dates, aunque con algunas particularidades, consistía en emparejar a los solteros participantes. No consta que la plataforma tenga intención de grabarle una segunda temporada.
Y más recientemente, el pasado mes de julio, llegó a Netflix otro reality de parejas hecho en España. Con Raquel Sánchez Silva al frente, Falso amor planteó un curioso experimento social en el que tomaron parte tres influencers nacidos en los platós de televisión: Kiko Jiménez, Sofía Suescun y Noel Bayarri. Si bien es cierto que sus vídeos promocionales dieron mucho que hablar, el programa pasó sin pena ni gloria y confirmó que las plataformas todavía tienen mucho que perfeccionar en este ámbito.
'¡Sálvese quien pueda!': un estreno sorprendente para una oportunidad de oro
La 'reina de las plataformas' también ha apostado por los programas que mezclan el reality con el documental para contar la vida de una persona famosa. Los 'personalities' se han abierto hueco en el catálogo de Netflix España con Georgina Rodríguez y Tamara Falcó, que han compartido algunas pequeñas parcelas de su intimidad con el público.
Parece que la vida de los ricos llama la atención de la audiencia. Es un tema recurrente en las cadenas de televisión y también lo está siendo en las plataformas de streaming. First class, concebido como un 'surreality' por lo sorprendente de su contenido, es otro ejemplo del interés de Netflix por las locuras que algunos hacen con un buen fajo de billetes.
Salvando las distancias, ¡Sálvese quien pueda! es otra ración de lo mismo, aunque llega en un momento muy oportuno y tiene una trascendencia mediática con la que no contaban las anteriores producciones.
Cinco meses después de asistir al traumático funeral de su programa, los tertulianos vivirán una nueva aventura profesional ante las cámaras en Netflix. La plataforma ha querido tener en exclusiva este esperado reencuentro con el que amplía un poco más su catálogo de no ficción con productos que, en ocasiones, parecen totalmente ficticios.
Antes de haberse estrenado, el docureality de Sálvame ha hecho más ruido que ningún otro y tendrá un estreno sorprendente para provocar la repercusión que no tuvieron otros realities de la casa. ¿Se traducirá eso en buenos datos de audiencia? Si esto fuera la televisión, lo sabríamos al día siguiente, pero el oscurantismo de las plataformas al medir su rendimiento dificultará ese análisis.